Miércoles, 20 de julio de 2016 | Hoy
15:35 › PROHIBIERON LA SALIDA AL PERSONAL UNIVERSITARIO Y SE BLOQUEó EL ACCESO A WIKILEAKS
El Consejo Superior de Educación turco prohibió al personal de las universidades salir del país tras del fallido intento de golpe de Estado del viernes pasado, que ha dado lugar a una política de persecución del gobierno que ya dejó casi 50 mil personas desempleadas y más de 8 mil detenidas.
En medio de los crecientes operativos de control, las autoridades también han bloqueado el acceso a Wikileaks, luego de que el portal filtrara casi 300 mil correos electrónicos del gobernante Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), mientras que se espera el anuncio en las próximas horas de "importantes" decisiones del Consejo Nacional de Turquía.
"La preocupación es que Erdogan va a usar este proceso para atacar aún más a sus adversarios y consolidar su poder de forma más eficaz", escribió Serkan Demirtas, columnista del diario Hürriyet Daily News.
Hasta el momento, cerca de 50 mil funcionarios públicos han sido suspendidos o cesados en sus empleos, entre ellos más de 8 mil policías, 6 mil oficiales, casi 300 jueces y fiscales, 20 mil maestros y más de 1.500 decanos universitarios.
La prohibición al personal universitario de abandonar el país va más allá del veto genérico de viajar al extranjero impuesto el lunes a todos los funcionarios. La carta del Consejo, más conocido como YOK, exige a los trabajadores de las universidades que estén de vacaciones regresar a sus puestos de trabajo y extiende la prohibición hasta los rectores de todas las universidades del país.
Incluso los profesores universitarios turcos que trabajan en universidades extranjeras por acuerdos internacionales deben regresar a Turquía lo antes posible, insiste la carta del YOK, difundida por la televisión pública TRT.
Estas medidas se añaden a la exigencia del Consejo, difundida ayer, por las que todos los decanos de las facultades, un total de 1.577 académicos, tanto en las universidades públicas como en las privadas, deben dimitir de su cargo.
Además, el YOK exige a los rectores investigar a todo el personal de las universidades para determinar posibles vínculos con la red de Fethullah Gülen, un antiguo socio de Erdogan que actualmente vive en Estados Unidos.
Por otro lado, la Junta de Comunicaciones y Telecomunicaciones, el órgano que vigila Internet en la nación turca, confirmó que había adoptado una "medida administrativa" contra Wikileaks, aunque no brindó explicaciones sobre los motivos del bloqueo, informó el diario Hürriyet.
"Hay que subrayar que los correos (...) son, principalmente, utilizados para hacer negocios con el mundo y no para asuntos internos más sensibles", señaló el comunicado de la Junta.
El portal fundado por Julian Assange filtró ayer casi 300 mil correos electrónicos que corresponden a "la primera parte" de una serie de e-mails con archivos adjuntos que van desde la letra A hasta la I, y que datan desde 2010, según un comunicado de Wikileaks.
El material se obtuvo una semana antes del intento de golpe, precisó el comunicado que aclara que su procedencia del material no está conectada "de ninguna manera con los elementos que están detrás del intento de golpe de Estado, ni con partidos políticos rivales ni con el Estado".
En medio de tantas prohibiciones, Amnistía Internacional (AI) advirtió sobre las "severas medidas" que está tomando el gobierno turco y pidió a las autoridades que respeten los derechos humanos y no restrinjan arbitrariamente la libertad de expresión.
La ONG en un comunicado en el que expresa su temor a que las "purgas" que está aplicando el Gobierno lleguen a censurar a periodistas y medios, "incluidos aquellos críticos con la política gubernamental".
"Si bien es comprensible y legítimo que el gobierno investigue y sancione a los responsables del sangriento intento de golpe, debe cumplir con el Estado de derecho y el respeto a la libertad de expresión", aseguró en el comunicado, Andrew Gardner, investigador de Amnistía Internacional en Turquía.
En ese sentido, la Policía prohibió a la publicación de una edición especial de la revista satírica turca Leman en la que se hace referencia al fallido golpe de Estado. "A nuestros lectores: se ha impedido la distribución de la revista Leman mediante notificación policial a la imprenta", señalan los responsables de la publicación en un mensaje de la red social Twitter.
La portada de la revista, difundida en las redes sociales, muestra una mesa de casino en la que se enfrentan dos jugadores, de los que sólo se ven las manos. "Yo pongo los soldados", dice uno, empujando a unos reclutas diminutos, a lo que el otro, haciendo avanzar a civiles, responde: "Yo pongo el 50 por ciento", en referencia a la fórmula con la que el presidente Erdogan, suele referirse a sus seguidores, aproximadamente la mitad de los votantes.
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