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Juan Ignacio Sánchez, en la conducción del equipo, Andrés Nocioni (máximo anotador del juego, con 21 puntos) y Carlos Delfino, tanto en el goleo como en la defensa, fueron las principales figuras del equipo dirigido por Sergio Hernández.

Defensa y juego en equipo, esos fueron los denominadores comunes de un primer tiempo en el cual el seleccionado argentino dominó ampliamente a al equipo turco, que nunca pudo encontrarle la vuelta a lo que hizo su rival.

La supremacía argentina nació en la marca que Emanuel Ginóbili y Sánchez realizaron sobre los principales jugadores turcos. "Manu" controló a Serkan Erdogan y "Pepe" dominó a Hakan Demirel, y chau ataque turco.

Pero la presión argentina no se quedó ahí, a diferencia de otros partidos, el equipo dirigido por Sergio Hernández hizo un gran trabajo bajo los tableros y los internos turcos tampoco tuvieron gravitación en el juego.

Dominada esta faceta del juego, la Argentina utilizó como principal vía de ataque a Nocioni (10 tantos en el primer cuarto) y a Luis Scola (7) para despegarse en el marcador.

Después de una corrida de 7-0, el seleccionado nacional permitió que Turquía se recuperara en el marcador, pero fue solamente un lapso, después volvió a adueñarse del trámite.

Esta tendencia incluso no cambió, cuando Hernández puso en la cancha a la segunda unidad. Allí se destacó la tarea de Delfino, quien defendió de una manera magistral y, con 9 puntos, se convirtió en el goleador de ese pasaje del encuentro.

Con una defensa asfixiante y un estupendo juego de control, el seleccionado sólo le permitió a los turcos meter 7 puntos en el segundo cuarto, para irse a los vestuarios con un cómodo 43-23.

La Argentina liquidó el partido en el arranque del tercer parcial, y la clave volvió a ser la defensa. Cuando se el equipo conseguía la pelota se la pasaba a Sánchez y este se encargaba de distribuirla con una claridad y un criterio impresionante.

Y una vez que el balón llegaba a campo turco pasaba por manos del "Chapu" Nocioni (11 puntos en ese tercer cuarto), quien con la mano caliente se encargaba de sumar y alejar a la Argentina.

El partido, realmente, se terminó a los 5 minutos del tercer parcial, cuando el seleccionado colocó el marcador 61-31, a partir de ese entonces Turquía no tuvo reacción.

La distancia numérica y la diferencia entre ambos equipos fue tanta que Hernández pudo darse el lujo de rotar a todos sus jugadores, y no preocuparse porque su equipo recién marcara su primer doble (a través de Fabricio Oberto) en el último cuarto, cuando habían transcurrido cinco minutos.

El seleccionado argentino de básquetbol jugó su mejor partido del torneo, hizo lo que mejor sabe hacer, demolió a Turquía y por segundo Mundial consecutivo jugará una semifinal.

SINTESIS

Argentina (83): Sánchez (5), Ginóbili (7), Nocioni (21), Scola (13), Oberto (10) (fi), Delfino (14), Wolkowyski (2), Herrmann (8), Prigioni, Fernández (3), Farabello, Gutiérrez. Entrenador: Sergio Hernández.

Turquía (58): Demirel (4), Erdogan (10), Akyol (11), Peker (8), Solak (1) (fi), Kurtoglu (5), Atsur (3), Gonlum (3), Ilyasova (5), Kutluay (2), Arslan (2), Erden (4). Entrenador: Bogdan Tanjevic.

Parciales: 25-16, 18-7, 32-17 y 8-18.

Estadio: Saitama Super Arena.

Fuente: DYN