No pudo ser. El triunfo de Nalbandian ante Davydenko encendió la ilusión Argentina, que había igualado la serie, y había que esperar la definición entre Marat Safin y el misionero.

En el primer set, el ruso salió con la decisión de ganar rápido sus puntos con el saque. Acassuso no le encontraba la vuelta al excelente servicio de Safin, que se quedó con el primer parcial por 6-3.

En el segundo, el Chucho encontró su juego y emparejó el partido. Con golpes precisos, sacó del encuentro a Safin y se quedó con el set, también por 6-3.

El local, que fue número uno del mundo, no se dejó sorprender nuevamente por el misionero y dominó el tercer parcial con relativa facilidad, que terminó ganando por 6-3.

El cuarto set fue el más parejo y emotivo de los que se jugaron en el estadio Olímpico de Moscú. Los jugadores intercambiaron aciertos y errores, pero mantenían sus servicios. La definición se dio en el tie break, y allí, Safin aprovechó la potencia de su saque para hacer la diferencia.

Si bien Acassuso llegó a ganar un punto con su devolución, Safin no le dejó chances y se quedó con el set y el partido, para llevar a Rusia al título.

Al final del encuentro, y después de un festejo enorme, Safin dijo que “la serie se definió con el resultado que había pronosticado; sabíamos que iba a ser complicado pero que lo lograríamos”. Según el ruso, “Acassuso jugó muy bien, pero sintió la presión de una instancia tan decisiva”.