Lunes, 4 de diciembre de 2006 | Hoy
13:51 › MICELI CRITICó EL PARO AGROPECUARIO Y RATIFICó LA INTERVENCIóN ESTATAL
La ministra de Economía, Felisa Miceli, aseguró hoy que el Gobierno mantendrá su política de "intervención del Estado en la economía", y calificó de "falacia" que la rentabilidad del sector agropecuario, que cumple un paro de nueve días, esté afectada, como sostienen sus dirigentes.
"El paro es político ideológico", insistió hoy la ministra al cuestionar con dureza la medida de fuerza.
Aseguró además, sobre la posibilidad de retomar negociaciones con el sector, que le dice "'no' a la dirigencia" pero le pidió a los productores que "se miren a sí mismos con honestidad y vean cuál era su situación en el 2003, cuando asumió" el presidente Néstor Kirchner, y reconozcan las medidas adoptadas, según ella, para beneficiarlos.
"El Estado debe intervenir en la economía", ratificó, al sostener que es ese el "modelo" que mantendrá el presidente Néstor Kirchner, a diferencia del de "Estado ausente" que imperó durante "la década del 90".
Miceli advirtió además a los comerciantes que están aumentando el precio de la carne que "el Estado tiene instrumentos para proceder" contra "los especuladores" en casos eventuales de aumento del precio de la carne, y pidió a la población "que haga las denuncias correspondientes para que estas conductas no se hagan masivas, sino que sean algunos hechos lamentables y aislados".
Asimismo, dijo que el paro del campo es una medida "absolutamente injusta" y aseveró que "nos hemos esforzado permanentemente, hemos tenido más reuniones con las cuatro entidades del sector agropecuario, más todos otros componentes de cada una de las cadenas de valor, que para ningún otro sector de la economía".
"El Gobierno ha mantenido un trato permanente con ellos, y si un sector se lanza a un paro de nueve días porque considera que el Estado interviene, nosotros tenemos la concepción de que el Estado debe intervenir en la economía, y lo decimos de frente para que no haya especulaciones", sostuvo.
En ese aspecto, ironizó que "puede ser que algunos prefieran un Estado ausente como hubo en los '90, en el caso concreto de esta dirigencia, que aplaudía a quienes en los '90 lo llevaban a su propia ruina".
Puntualizó que "más tiempo y más reuniones no se han podido tener con este sector, entonces por eso nosotros decimos que el paro es político e ideológico, porque no está afectada la rentabilidad, al contrario, si uno mira los números es la mejor rentabilidad de todos los últimos años".
"No hay ninguna manifestación de orden numérico por la cual se puedan sostener esos dichos, eso es una falacia", indicó, mientras insistió que "no tendría que haber aumentos" en el precio de la carne, ante el escaso ingreso de animales al mercado de Liniers.
Señaló que el Gobierno fijó con el sector "reglas clarísimas desde el primer día: anunció un tipo de cambio competitivo para mantener el valor de sus exportaciones, anunció políticas estratégicas para el sector, como reducción de costos de insumos, como el IVA a los petroquímicos, del 21 al 10,5 por ciento, y anunció también que iba a mantener un precio del gasoil para el conjunto de los sectores económicos".
"Por eso nosotros creemos que este es un paro absolutamente injusto y que lo único que tiende es a enmascarar que el verdadero motivo es que este sector no comprende que los argentinos tienen derecho a consumir productos de la canasta básica alimentaria", manifestó
Agregó que "no estamos hablando de bienes suntuarios, no estamos hablando de autos de lujo, de perfume francés, estamos hablando de lo imprescindible para el hogar de los argentinos".
En su dura embestida, prosiguió que "este sector no comprende que este es un momento de mirar la distribución del ingreso, de la que tanto se habla, pero que cuando se trata de poner el hombre, sólo lo hace el sector de los trabajadores y los menos pudientes".
Finalmente, consultada sobre "qué le diría a la gente del campo", contestó: "Les digo fundamentalmente no a la dirigencia, no a la dirigencia con la que hemos tenido entrevistas maratónicas, donde además ni siquiera entre ellos están de acuerdo y nos proponen cosas absolutamente contradictorias".
Si bien admitió que "es cierto que todos queremos ganar más", resaltó que "en la Argentina todavía hay un 30 por ciento de habitantes por debajo de la línea de pobreza, en la Argentina un salario promedio de 670 pesos y esto hace que es imposible pretender tener precios internacionales en la mesa de los argentinos".
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