Según la Sala Uno de la Casación, que revocó un fallo de la Sala Primera de la Cámara del Crimen, resulta prematuro "descartar que el imputado haya facilitado, con ánimo de lucro, el soporte informático necesario para descargar y grabar obras musicales".

Así, la Casación revocó el fallo que beneficiaba al dueño del cyber, identificado como Miguel Angel Medina, y además apartó a la Sala Uno de la Cámara del Crimen.

La sumatoria de esas dos medidas, adoptadas ante una apelación de la Cámara Argentina de Productores de la Industria Discográfica (CAPIF), parece encaminar la causa a juicio oral y público, con Medina acusado del delito de violación a la ley de propiedad intelectual.

Los camaristas de Casación Pedro David, Gustavo Mitchell y Juan Fégoli discreparon con sus inferiores jerárquicos, quienes habían evaluado que ante el avance de la tecnología, los programas informáticos que permiten descargar y grabar música y videos son prácticamente de uso generalizado y gratuito.

El fallo de la instancia anterior también había descartado como prueba de cargo una cierta cantidad de discos compactos grabados con música en formato mp3 de distintos artistas, pues consideró que podrían ser para uso personal del dueño del comercio.

Para la Casación, esos argumentos quedaron desvirtuados con la valoración de otros elementos de prueba, entre ellos la propaganda del cyber, que ofrecía mediante volantes y carteles: "Bajá todo lo que quieras y llevátelo en un CD".

Medina podría ser procesado por infracción a la ley 11.723, denominada de "Propiedad intelectual", que establece penas de un mes a seis años para quien viole los derechos de autor allí consagrados.