La concentración se desarrollaba frente a la representación diplomática ubicada en Santa Fe al 800, que estaba vallada y protegida por unos 70 guardias de infantería.

Los militantes llegaron con carteles y pancartas, y varios de ellos usaban ropas gauchescas y además llevaron pavas y mate en lo que denominaron "un gran fogón criollo".

"Vinimos a mostrar parte de nuestra cultura, de nuestros productos de la zona, porque queremos seguir viviendo en una tierra sana", dijo el dirigente de la Asamblea de Gualeguaychú, Javier Villanueva, quien reclamó que el gobierno de Finlandia, "así como hace cumplir las leyes en su país, sea también respetuoso de las leyes de la Argentina".

Acusó al gobierno del país europeo de ser "responsable de la instalación de la empresa" en las costas uruguayas.

Por otra parte, dijo a la prensa que el propósito de la concentración también es "generar un poco de conciencia en el ciudadano porteño" sobre el problema que plantean los ambientalistas por la instalación de Botnia.

Anticipó el dirigente que planean quedarse varias horas frente a la Embajada, aunque desistieron de su idea de preparar un asado en la avenida Santa Fe a pedido de la Policía.

"No a las papeleras" decía la mayoría de los carteles, mientras se preparaba un equipo de sonido ante la anunciada llegada de conjuntos musicales.

La manifestación se realizó en momentos en que en Nueva York, Estados Unidos, delegaciones oficiales de Argentina y Uruguay participaban de la segunda y última jornada de negociaciones en el marco de la facilitación española, con poco optimismo sobre sus resultados.