Se trata del sacerdote Gilbert Koffi Kouman, oriundo de Costa de Marfil, que amenaza con proseguir su tarea pastoral "debajo de un árbol" ante la negativa de aceptar su traslado a la localidad santiagueña de Nueva Esperanza, distante a 200 kilómetros de la capital provincial.

La columna de manifestantes partió hoy de la parroquia San Roque, en la que el "padre Gilbert" como cariñosamente lo llaman los fieles, prosiguió desarrollando sus tareas habituales.

Tras recorrer las principales arterias de la capital santiagueña, la movilización que contó con la participación de delegaciones de comunidades parroquiales del interior provincial, finalizó en la plaza Libertad, frente a la Catedral Basílica de Santiago del Estero.

En el lugar y ante el aplauso de la gente, varias personas ofrecieron su testimonio por la misión que cumple el cura Gilbert en la parroquia San Roque, ubicada en uno de los accesos norte a la capital santiagueña

"No soy esclavo de nadie, soy un hombre libre y si no me puedo quedar en la parroquia San Roque, voy a continuar con mi misión debajo de un árbol", sostiene Gilbert cada vez que se refiere al traslado ordenado por la congregación de los Hermanos de Jesús de Batharram Gilbert oficia diariamente misas en la parroquia San Roque y los días viernes, tras concluir con las de sanación, procede a realizar lo que se denomina la imposición de manos.

Durante la ceremonia, el cura párroco coloca sus dos manos en la cabeza de los fieles y comienza a orar en lo que se describe como "unción de los enfermos", en la que decenas de fieles ofrecen testimonios de sanación espiritual y enfermedades.

Fuente: Télam