Entre los dirigentes presentes estuvieron Jorge Altamira (PO), Vilma Ripoll (MST), Pablo Miceli (CTA disidente), Víctor De Genaro (FAP) y Miguel Bonasso (Diálogo por Buenos Aires). También participaron miembros de la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos.

Altamira reclamó la renuncia del ministro de Justicia en repudio de "la banalización de la ex ESMA" y consideró que el Gobierno "no tiene títulos para monopolizar la memoria de la ex ESMA". El dirigente del Partido Obrero denunció que la del ministro "es más que una política de asados" y agregó que "es una política de ahogo a quien mantiene una posición independiente en el tema de derechos humanos y una política de coptación a los acólitos del oficialismo".

Por su parte, Bonasso consideró que "la Escuela de Mecánica de la Armada es un símbolo. No le pertenece a la exitosa abogada de La Plata Cristina Kirchner y ni siquiera al transformista de Alak".

Ripoll, en tanto, expresó que "en vez de un museo público de la memoria, hicieron una kermesse oficialista: los K hacen una utilización política lamentable de la ESMA y, además, para cualquier tipo de actividad. No respetan a los 30 mil compañeros".