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La primera universidad creada para impulsar y consolidar los lazos entre las naciones de América latina comenzará a funcionar en agosto en Brasil. Asentada en Foz de Iguazú, en la Triple Frontera, y con una sede diseñada por el arquitecto Oscar Niemeyer, la Universidad Federal de la Integración Latinoamericana (Unila) aspira a convocar en los próximos cinco años unos 10 mil estudiantes de los países del Mercosur, con carreras de economía, ingeniería, ciencias ambientales y relaciones internacionales, entre otras, que se enseñarán en portugués y en castellano.

“La idea es conformar un cuerpo docente con representantes de cada uno de los países de la región, y también lograr una matrícula de alumnos que provengan de todos los países del Mercosur”, explica a Página/12 el secretario de Políticas Universitarias argentino, Alberto Dibbern.

Durante la última década hubo diversas iniciativas para crear, a nivel regional, una universidad del propio Mercosur. Pero las buenas intenciones chocaron siempre con las dificultades para compatibilizar los diferentes sistemas educativos y homogeneizar la validez y el alcance de los títulos. Finalmente, en Brasil, el gobierno de Lula da Silva avanzó con el proyecto de Unila, que este año ofrece cupos para 150 estudiantes brasileños y otros 150 de Argentina, Paraguay y Uruguay. En principio, la planta docente estará integrada por 250 profesores regulares y por otros 200 visitantes –la mitad de ellos brasileños y el resto, de los países vecinos–.

A partir de un diseño de Niemeyer, basado a su vez en su proyecto para la Universidad de Constantina, en Líbano, el campus y los seis edificios de Unila se están construyendo en 39 hectáreas cedidas por la hidroeléctrica Itaipú, en Foz de Iguazú, una ciudad que limita con Puerto Iguazú (Argentina) y Ciudad del Este (Paraguay). Mientras concluyen las obras, en el semestre a punto de comenzar la universidad ofrecerá en sede provisoria los primeros cursos de Ciencias Biológicas; Ecología y Biodiversidad; Relaciones Internacionales e Integración; Economía, Integración y Desarrollo; Sociedad, Estado y Política en América latina; Ingeniería Ambiental de Energías Renovables, e Ingeniería Civil de Infraestructura.

Para Hélgio Trindade, rector de Unila, la nueva universidad encarna un proyecto “osado e innovador”, “un nuevo modelo de institución universitaria, cuya misión será contribuir, por el conocimiento compartido y la cooperación solidaria, a la integración de América latina”. Pero también deberá superar obstáculos no menores: “Lo más complejo será lograr instalarla como una alternativa para los estudiantes”, advierte Dibbern. De hecho, el Ministerio de Educación analiza cómo aportar desde Argentina para insertar a los alumnos del país y, además, para difundir su propuesta en la comunidad académica.