El Gobierno redujo por decreto los aportes patronales de las universidades nacionales que al 31 de diciembre de 2009 registraban deudas por contribuciones patronales y, a la vez, dispuso un plan de pagos para que las cancelen. Publicado ayer en el Boletín Oficial, el decreto 1571 fijó en el 10,17 por ciento la alícuota que las casas de estudios deberán aportar desde el 1º de diciembre y durante veinte años –o hasta que cancelen sus deudas–.

La resolución del Poder Ejecutivo busca poner fin a una larga disputa entre diversas universidades públicas y la AFIP. Si bien ya había habido un conflicto anterior relacionado con los aportes patronales, éste comenzó en 2001, con el decreto 814, que eliminó todas las reducciones y exenciones a las contribuciones y estableció en el 16 por ciento la alícuota para el sector privado. Según argumenta el decreto publicado ayer, aquella decisión generó “diferentes interpretaciones por parte del conjunto de las instituciones universitarias nacionales”, de ahí la deuda acumulada durante los años posteriores, así como los juicios cruzados entre las casas de estudios y la AFIP.

Las universidades podrán optar por planes de hasta 240 cuotas, con un interés del 6 por ciento anual, y deberán renunciar a los procesos judiciales que hayan iniciado. La Secretaría de Políticas Universitarias, desde el Ministerio de Educación, se ocupará de retener –de las transferencias que realice a las instituciones educativas– los fondos para pagar las cuotas y los aportes patronales destinados a la seguridad social.