Vivo en Olivos, provincia de Buenos Aires. El día martes 25 de noviembre, mi padre, Adolfo Pereira, sufrió un infarto en un comercio de la zona del microcentro. El motivo de esta carta es expresar todo mi agradecimiento a dos instituciones. Primero, al SAME, por la prontitud y excelente atención de emergencia brindada, y sin la cual mi padre no hubiese sobrevivido. No sólo fue asistido inmediatamente, sino que el SAME envió dos ambulancias ante la posibilidad de que la primera no llegara a tiempo.

Segundo, a todo el personal médico y de enfermería de la Unidad de Terapia Intensiva, de la Unidad de Terapia Intermedia y de Internación del Hospital Juan A. Fernández, los cuales en todo momento dieron acabadas muestras del profesionalismo y de los altos valores humanistas que caracterizan a los profesionales de la salud púbica en la Argentina. Sin ellos, hoy mi padre no estaría con nosotros.

Por último, es de destacar también la excelente atención que recibimos los familiares ante cada requerimiento, puesto que en ningún momento se nos negó ninguna información, especialmente en los más graves y primeros momentos. Estos hechos no hacen más que reafirmar que la salud pública en la Argentina, más allá de los conocidos problemas de presupuesto, cuenta con profesionales de alta calidad humana y técnica que siguen haciéndola posible.

Alejandra Pereira

DNI: 16.304.120