Sr. Pérez Esquivel: Gracias por su simpatía al pueblo judío (del que soy parte), por el tema del Holocausto, etcétera. Su simpatía es por los muertos. ¿Qué pasa con los vivos? ¿Cuál es su interés (diría mezquino) de mezclar dos situaciones diferentes, como la del Líbano y Gaza, y atacar a Israel, al pueblo judío que sólo quiere estar un poco más tranquilo?

¿Por qué no escribe basta a las provocaciones del Hezbolá? ¿Por qué no le dice basta al Hamas, que no quiere reconocer la existencia de Israel y como parte de su estrategia realizó una acción militar, mató a tres soldados y secuestró a uno?

Yo personalmente creo que a usted le viene bien el discurso de simpatía hacia los judíos “porque como todo buen antisemita”, debe tener algún amigo judío. O, como usted escribe sobre el M. Gandhi, donde “ojo por ojo” todos se quedan ciegos... Creo que usted está ciego de antes en esta realidad que vivimos.

Israel no es una cenicienta y hay mucho para criticar de lo que hace, pero déjese de los clichés viejos de la masacre, tortura y otras historias. Ya está out, passé, no va más.

Diga basta a los enemigos de hoy. Diga basta a los que no quieren negociar. Diga basta a los que provocan, asesinan y bombardean aldeas israelíes desde el Líbano. Después podrá hablar de los demás temas.

Leonardo Cusnir