Miércoles, 19 de julio de 2006 | Hoy
EL MUNDO › ENTREVISTA CON EL LIDER POLITICO SANTIAGO CARRILLO
Por Joaquín Prieto *
Santiago Carrillo tenía 21 años y era dirigente de las Juventudes Socialistas Unificadas cuando el estallido de la Guerra Civil lo sorprendió en París, donde había acudido a una reunión de la Internacional Juvenil Comunista. Su fresco cerebro de 91 años recuerda un viaje de semanas hasta volver al Madrid semicercado por las tropas de Franco, en el preludio de una tragedia que las fuerzas de izquierda también habían subestimado. Tras la sublevación del ejército en Marruecos, Carrillo tomó un tren hacia España y se encontró con los socialistas Rodolfo Llopis y Luis Araquistáin, tan ignorantes como él del alcance del golpe.
–¿Cómo era la situación en vísperas del golpe?
–Todos lo esperábamos, sólo faltaba la fecha. Las fuerzas de izquierda llevaban días velando; no las armas, que no las tenían, sino para poder reaccionar si los militares se sublevaban. Pensábamos que el golpe podía resolverse en quince días, pero luego nos dimos cuenta de que se abría un período que podía ser mucho más largo y afrontamos la situación con la idea de ganar la guerra.
–¿Qué visión tiene de la contienda como superviviente?
–Pues que la sublevación militar nos obligó a hacerlo. Mi generación tenía la voluntad de impedir que el fascismo se implantara tranquilamente en España y pudiera destruir los partidos políticos y la democracia. La sublevación franquista provocó una revolución popular en la que estábamos los nacionalistas vascos católicos, los anarquistas, los socialistas, los comunistas, los republicanos de izquierda y de centro; todas las fuerzas democráticas convivimos, con dificultades y contradicciones, pero todas sufrimos las consecuencias no sólo de la intervención militar alemana e italiana a favor de los sublevados, sino de la no intervención de las potencias democráticas, que fue el golpe de muerte para la República Española.
–¿Ve en la España actual alguna división comparable a las que precedieron a la Guerra Civil?
–Observo que la derecha habla y se manifiesta de modo parecido a como lo hacía en vísperas del 18 de julio de 1936. La unidad de España que se rompe; se habla de persecución a la Iglesia, se niega la legitimidad del gobierno elegido democráticamente; ahora no se habla de la amenaza comunista, pero se denuncia a Zapatero como el representante de todos los males imaginarios. En aquel tiempo la derecha hacía eso mismo, fracasado ya el proyecto de Gil-Robles de conquistar el poder por la vía legal, pero entonces contaba con el golpe militar que se preparaba a ojos vistas. Hoy no se ve nada de eso y no entiendo por qué la derecha repite casi miméticamente lo que hizo la de 1936. Las empresas y los bancos ganan ahora mucho dinero, millones de españoles inundan las carreteras en busca de descanso; no hay grandes conflictos sociales, los católicos no sólo practican tranquilamente su religión, sino que tienen ayuda económica del Estado para su culto y sus escuelas. Hoy, este país no se parece para nada al de 1936.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.
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