En un partido complicado, en el que tuvo que luchar más de lo normal, San Lorenzo venció 1-0 al durísimo San Martín de Tucumán, que hizo todo para llevarse al menos el empate, pero siempre falló cuando tuvo sus oportunidades en el arco de Orion. De esta manera, el conjunto de Miguel Angel Russo estiró por una semana más su liderazgo y consiguió su sexta victoria al hilo, por lo que continúa manteniendo su paso firme hacia el tan ansiado encuentro con el campeonato.

De arranque, San Martín salió dispuesto a jugar el partido de igual a igual. Para nada se achicó por jugar como visitante ante el único puntero, y por eso con muchas ganas pudo superar ampliamente al conjunto dirigido por Russo. Así, el equipo tucumano presionó a San Lorenzo en todos los sectores la cancha, no lo dejó jugar y cuando tuvo la pelota en su poder, siempre supo cómo manejarla, volcando el juego por las bandas, con el buen trabajo de Leone y Vega por la izquierda, y de Quinteros por la derecha.

De esta manera, tuvo varias situaciones para ponerse en ventaja pero siempre falló en la puntada final. La llegada más clara fue casi a los veinte minutos, luego de un corner desde la derecha que Mongue cabeceó esquinado y Orion llegó a tapar con la complicidad del palo. Hasta ahí era todo de San Martín, que con poco controlaba el encuentro y merecía ponerse en ventaja.

Mientras, San Lorenzo no podía salir del asedio de su rival. Si bien no jugaba tan mal y estaba bien parado en defensa, no podía hacer circular la pelota como suele hacerlo, porque los tucumanos rompían ese circuito de ataque, neutralizando bien a Ledesma y marcando las subidas por las bandas de González y Aureliano Torres.

Pero cuando parecía que el visitante tenía todo controlado, un error le costó bastante caro. Porque tras una salida en falso de Villavicencio, Juan Manuel Torres pudo meter un centro que le quedó a Silvera, quien de volea no perdonó y puso el 1-0 inmerecido para San Lorenzo.

Nada cambió en el desarrollo del partido en el segundo tiempo. Porque San Martín siguió jugando con un buen criterio y mantuvo su planteo inteligente, con el que por momentos maniató a San Lorenzo, que apostó a liquidar el partido parado para el contragolpe.

Sin embargo, pese a la insistencia, al equipo de Roldán le faltó claridad para quebrar el arco de Orion, que hace casi cuatro partidos y medio no recibe un gol. En cambio, a San Lorenzo lo que le faltó para liquidar el encuentro fue convicción. Porque pudo aumentar el marcador en al menos cinco oportunidades, pero siempre falló y no concretó. Así, el equipo de Boedo ganó un partido decisivo y ratificó que mantiene su paso firme hacia el tan ansiado encuentro con la gloria.