La memoria golpea desde ayer a media cuadra de la AFA. Una placa descubierta en Plaza Lavalle les recuerda a los dirigentes del fútbol argentino que los muertos en las canchas son 233. Por si acaso, para que no sigan haciéndose los distraídos, porque cada fin de semana la impunidad tiene reservado su lugar en las tribunas. El diputado porteño Martín Hourest propició la iniciativa que recuerda a las víctimas de la violencia y allí, para homenajearlas, hubo casi un centenar de personas.

“No es casual que nos hayamos reunido en este lugar, a cincuenta metros de la AFA, donde están los financistas de los violentos”, dijo Juan Manuel Lugones, el abogado de Favifa (Familiares de Víctimas de la Violencia en el Fútbol Argentino). En el acto se encontraban los padres y madres de Daniel García, Christian Rousoulis, Daniel Souto, Matías Cuestas, Fernando Blanco y Gonzalo Acro, entre otros hinchas asesinados.

“Este mensaje que va a quedar aquí, tal vez dentro de diez años sea bueno para que alguien le recuerde a un chico que para buscar la alegría del fútbol hubo gente que encontró la muerte”, afirmó Hourest en su discurso. También dijeron palabras muy sentidas las madres Liliana García y Norma Roldán, además de Lugones. En cambio, ningún dirigente de la AFA se hizo presente. La placa también quedó de cara al Palacio de Tribunales, como para dejar sentado que, desde allí, también hacen falta respuestas para tanta violencia.