Por un día, al menos, los hermanos José Luis y Marcos Di Palma se transformaron en los héroes del Dakar. Después de ayudar a su coterráneo Norberto Fontana en el camino, sufrieron un insólito percance, trabajaron toda la noche para poder arreglar su camioneta Toyota y ayer atravesaron con otros dramas las dunas de Fiambalá: están 92º y hoy cruzan la Cordillera de los Andes rumbo a Copiapó.

El Toyota 410 de Di Palma llegó a las 23 del miércoles al vivac de Chilecito, en un estado calamitoso. Con cara cansada y el cabello revuelto, Marcos revisa los daños del vehículo con sus mecánicos. La aglomeración es inmediata. La cota de popularidad de los Di Palma sigue siendo muy alta y el piloto hace alarde de amabilidad para explicar la jornada demencial vivida por su hermano y él. Una jornada maldita de esas que siempre tiene reservado el Dakar.

“Estábamos avanzando bastante bien. En un momento dado nos detuvimos para ayudar a Norberto (Fontana), pero no pudimos hacer nada por él. Después tuvimos un problema con la dirección. Nos quedamos parados unos cuarenta minutos y nos terminaron alcanzando los camiones. Nos pasaban por un lado y por el otro. Vinieron dos camiones juntos, el primero pasó por la izquierda y levantó mucho polvo, el segundo, un Kamaz, no nos vio y nos chocó de atrás. Dimos una vuelta y media.”

El gesto de solidaridad que habían tenido con Fontana, que terminó abandonando, no se vio compensado. “El camión se detuvo, no sé si por nosotros o porque pinchó una rueda... Debían de ser las 16.30... Cuando por fin pudimos reanudar la marcha, el camino estaba muy roto. Quedamos encajados en la arena y no podíamos sacar las palas por el impacto del camión.” Las reparaciones terminaron cerca de las 4 de ayer, y a media mañana los Di Palma volvieron a ponerse en marcha. Pero con la dirección hidráulica rota, tuvieron que llevar entre ambos el volante, luego rompieron un amortiguador y milagrosamente llegaron a Fiambalá

Fontana, en cambio, no pudo salir de Chilecito: no quedaba tiempo material para reparar el vehículo de manera de poder largar ayer.