Juan Martín Del Potro detuvo su marcha en Nueva York, y se despidió anoche del último Grand Slam de la temporada, el Abierto de los Estados Unidos, al perder en tres sets frente al serbio Novak Djokovic. El número dos del mundo se llevó el partido por los cuartos de final al vencer 6-2, 7-6 (7-3), 6-4 y jugará mañana en la próxima instancia ante el español David Ferrer, que en un maratónico partido derrotó 6-3, 6-7 (5-7), 2-6, 6-3, 7-6 (7-4) al serbio Janko Tipsarevic.

El argentino comenzó el partido con firmeza, pero mostró algunas falencias en los puntos largos, buscando definiciones que le provocaban el error. Precisamente, eso era lo que no exhibía el serbio, que jugaba desde el fondo de la cancha con tiros profundos y ofrecía seguridad en su despliegue. La primera oportunidad de quiebre que tuvo Djokovic no la desaprovechó: durante el primer set, el europeo rompió el servicio de Del Potro para ponerse adelante 3-1.

Djokovic tenía la iniciativa del juego y ganaba sus games con mayor facilidad que su rival. Y cuando volvió a quebrar en ese parcial fue para adjudicárselo, y así se lo llevó por 6-2.

Del Potro regresó a jugar el segundo parcial con más confianza, y en el primer juego pudo quedarse con el saque del europeo. La paridad siguió hasta el décimo game, donde se produjo un momento clave de la noche: Del Potro sacó para ganar el set, pero Djokovic consiguió quebrarle e igualar en cinco. El set llegó al tie break y el europeo fue más efectivo en sus golpes, no cometió errores, y pudo festejar al ganarlo 7-3.

El cansancio en los jugadores iba ganando terreno, pero sobre todo el argentino era el que se mostraba más fatigado. En ese sentido, inició el tercer set con una doble falta y luego terminó cediendo su saque ante las devoluciones profundas del serbio.

Uno de los problemas que tuvo ayer el tandilense fue su poca efectividad en el primer servicio. Por ese motivo, le costaba dominar los puntos con su segundo saque, y Djokovic lo aprovechó para tener el control del juego tanto tenística como anímicamente. El desenlace encontró a Del Potro con claras muestras de cansancio, y si bien luchó hasta donde pudo, no logró revertir una situación que lo tuvo siempre en desventaja.