El seleccionado argentino de rugby, Los Pumas, cayó anoche en Rosario ante Australia por 25-19 y no pudo lograr la tan ansiada victoria en el cierre de su primera presentación en el Rugby Championship. El conjunto argentino tuvo altibajos a lo largo de los 80 minutos y se vio superado por un adversario que marcó diferencias leves, en distintos aspectos del juego y que terminó trasladándolas al marcador final. De esta manera, el conjunto dirigido por Santiago Phelan cerró su participación en el torneo con un empate y cinco derrotas, finalizando en el último puesto detrás de Nueva Zelanda, que se coronó campeón invicto, Sudáfrica y Australia, los que compartieron el segundo lugar. El partido marcó la despedida en el representativo albiceleste de Rodrigo Roncero, quien fue el gran homenajeado de la noche por las 38 mil personas que se dieron cita en el Gigante de Arroyito.

En un primer tiempo plagado de infracciones, Australia sacó una leve diferencia (15-9). En parte porque fue más claro y tuvo mejor control de pelota en campo rival y en parte porque Los Pumas fueron más indisciplinados y cometieron penales en los lugares menos indicados.

Prácticamente no hubo situaciones de riesgo frente a los ingoals en los cuarenta minutos iniciales. Los Wallabies fueron más incisivos con un buen trabajo de los forwards, sobre todo en los mauls y rucks, pero le faltó poder de definición por afuera ante un equipo argentino que esta vez defendió como lo había hecho en las cuatro primeras fechas del torneo.

Del otro lado, Argentina intentó atacar con la misma decisión con la que lo había hecho el pasado sábado en La Plata, pero volvió a mostrarse impreciso con la pelota y casi no pudo filtrarse en los 22 metros rivales.

Fue así que el marcador sólo se movió a través de penales y en ese aspecto Mike Harris fue más certero que Juan Martín Hernández y le permitió a su equipo irse al descanso con una leve ventaja.

Los Pumas se mostraron más ambiciosos en la segunda mitad, pero siguieron cometiendo varios errores de manejo cuando tuvieron la pelota en su poder y les costó mucho quebrar la marca australiana. Tuvieron más la pelota, pero siguió faltando un hombre de quiebre para perforar la marca rival. Sobre los 21 minutos, se produjo la jugada que terminó marcando el rumbo del partido: después de varios pases de ataque, los albicelestes lograron situarse por primera vez a metros del ingoal oceánico, pero chocaron con una defensa bien parada que lo frenó una y otra vez, la última cometiendo un penal, con el que Marcelo Bosch achicó la diferencia a tres puntos.

La alegría duró poco porque, un par de minutos más tarde, un descuido defensivo le permitió a Digby Ioane cortarse hacia la meta argentina y poner el marcador con una diferencia muy difícil de descontar, cuando restaba un poco más de un cuarto de hora. Un nuevo penal de Harris aumentó a 13 la ventaja, diferencia que fue recortada sobre el final, con un muy buen try anotado por Juan Imhoff, culminando una precisa acción colectiva.

No quedó mucho tiempo y Los Pumas ya no tuvieron margen para la hazaña.