El duelo entre Colón y Arsenal les dio la razón a los papeles previos que presagiaban una disputa reñida y pareja, con pocos espacios. El equipo santafesino no asumió, de entrada, el rol protagónico. Tampoco lo hizo la visita, que tuvo escasos aportes por el bien del espectáculo. Pero el encuentro, que, sin embargo, tuvo ritmo y dinámica, finalmente fue para el local. Sin ser superior, halló la luz a través de una excelente maniobra de Prediger, y celebró el triunfo que lo acerca a la Copa Sudamericana.

Con más empuje que buen juego, el conjunto de Gustavo Alfaro tuvo la primera gran chance en los pies de Benedetto, cuando Aguirre le bajó la pelota tras un envío desde la derecha, pero el atacante, de frente al arco, resolvió mal, con un tiro que se perdió apenas por el costado. Sobre el cierre del primer acto, Colón supo equilibrar el juego a través de Moreno y Fabianesi y de Gigliotti, con sendos remates desde afuera. El primero se perdió afuera y el segundo encontró una estupenda respuesta del arquero.

En el complemento, el local intensificó su dominio. Gigliotti volvió a ponerse a las puertas del gol, pero Campestrini le ahogó el festejo nuevamente. Enseguida, con un destello individual, Prediger encontró la llave del partido. Encaró de frente al arco, se sacó dos marcas de encima, y lanzó un potente remate que marcó el único gol de la noche. La copiosa lluvia fue el ingrediente ideal para darle dramatismo al complemento. Arsenal buscó por todos los medios, arrinconó a su rival pero no estuvo fino en la definición. Agazapado en defensa, el conjunto de Morant recibió al pitido final con alivio e ilusión; la Sudamericana cada vez está más cerca.