El festejo de Bayern Munich, que jugará el próximo Mundial de Clubes.

Bayern Munich tuvo su gran revancha. En un duelo de altísimo nivel, con una dinámica superlativa y con emociones a cada instante, el conjunto bávaro se impuso 2-1 a Borussia Dortmund en el duelo de equipos alemanes y volvió a festejar el título de la Champions League, certamen que se le había negado en 2010 ante Inter y el año pasado ante Chelsea, en su propio estadio. El holandés Arjen Robben también tuvo su merecida revancha al anotar el gol del triunfo a dos minutos del final.

Por más que no estuvieron los gigantes españoles Real Madrid y Barcelona, la final superó cualquier expectativa. Los conjuntos alemanes desplegaron un fútbol ofensivo que determinó un duelo vibrante, plagado de emociones y con un final incierto. En el primer tiempo fue mejor el Dortmund, pero chocó con la gran labor del arquero Manuel Neuer. Ya en la segunda parte, el Bayern se puso en ventaja a través de un gol del croata Mario Mandzukic, pero Illkay Gundogan, de penal, igualó ocho minutos más tarde. Parecía que todo se resolvía en el alargue, hasta que apareció Robben y cambió la historia. El holandés, que había dilapidado varias ocasiones de gol y que venía con la cruz de haber perdido chances en la final del Mundial 2010 ante España y en la definición de la Champions League del año pasado, se sacó la mufa al recibir del francés Frank Ribery y definir con un toque suave ante la salida del arquero Weidenfeller. Así el Bayern se quedó con un festejo inolvidable en el mítico estadio de Wembley.

El entrenador Jupp Heynckes, que se despidió del equipo con este triunfo y que le dejará el puesto al catalán Pep Guardiola para la próxima temporada, se mostró exultante con la conquista. “El triunfo de hoy es tan excepcional como la forma en que hemos jugado al fútbol esta temporada. Hemos mejorado continuamente. Tenemos ahora una situación ideal en la que los jugadores se entienden entre ellos perfectamente”, agregó el técnico, que ya tenía un título europeo con el Real Madrid. La alegría de Heynckes también tiene que ver con que el Bayern festejó hace un mes el título de la Bundesliga.

De villano a héroe, Robben también dijo lo suyo. “Esto significa mucho para mí. No lo puedo creer. Aparecen muchas emociones. Mucha gente me había dicho que podía marcar un gol en la final y estoy tan feliz”, destacó el holandés, autor del pase en el tanto de Mandzukic. Otro que se debía una revancha fue el capitán Phillip Lahm. “Es increíble lo que logró este equipo en los últimos años. Hoy finalmente fue recompensado. Debimos superar varias derrotas”, indicó Lahm.

Del otro lado, el entrenador Jürgen Klopp, gran artífice de lo logrado por Borussia Dortmund, se mostró orgulloso de su equipo, a pesar de la derrota.“Tengo un sentimiento de dolor pero también de mucho orgullo. Duele cuando no se alcanza el éxito, pero la verdad es que tenemos un equipo extraordinario que dejó todo en la cancha. Fue una gran final, jugamos uno de los mejores encuentros de la temporada”, expresó Klopp, que aseguró que con este encuentro no se terminó un ciclo. Distinta es la historia para el Bayern, que cerró la etapa de Heynckes con el máximo logro y ahora espera desde la cima la llegada de Guardiola.