Racing no pudo conseguir su primer triunfo del campeonato. Lo dejó escapar a dos minutos del cierre. Y por eso, la multitud se fue rápidamente del estadio con la decepción a cuestas. San Martín de San Juan dio batalla casi siempre. Y dos veces pudo reaccionar y sobreponerse a la desventaja. Al final, fue un 2-2 muy intenso con un gol de Gustavo Bou y un golazo desde lejos de Oscar Romero para la Academia y dos tantos de Diego González y Javier Toledo llegados desde el banco para los sanjuaninos.

No había pasado casi nada interesante en el primer tiempo. Hasta que a los 43 minutos, Luis Ardente, el arquero sanjuanino, recibió un pase atrás de Matías Escudero, uno de sus defensores, quiso sacar la pelota fuerte y lejos y terminó obsequiándosela mansa a Bou, quien lo eludió y anotó el 1-0 con el arco libre. Racing no hizo mucho para merecer esa ventaja. Lo tuvo al paraguayo Romero volcado sobre la derecha para generar fútbol desde allí. Y a Bou como una amenaza permanente por todo el frente de ataque. Pero le resultó dificultoso generar situaciones de riesgo en proporción a su mayor iniciativa.

Los sanjuaninos tuvieron problemas parecidos. Se ordenaron bien por detrás de la línea de la pelota, trataron de salir por los costados y de conectarse con Lucas Salas, su joven armador. Pero la pelota llegó poco y nada a las inmediaciones de sus delanteros Denning y Molina. Un remate recto de Marcos Gelabert que fue a parar a las manos de Saja fue su única llegada de los primeros 45 minutos.

El panorama cambió en el arranque del segundo tiempo. San Martín de San Juan fue a presionar más arriba, ganó el control del juego y por el costado de Pillud, Montagna empezó a arrimarle peligro a Racing. Y a los 23 minutos encontró el empate con un zurdazo bajo de Daniel González desde afuera del área. Pero la Academia reaccionó rápido: cuatro minutos más tarde, otro zurdazo sensacional de Romero desde 30 metros lo dejó parado a Ardente. El triunfo parecía seguro. Pero a dos minutos del cierre, Salas desbordó a Pillud, sacó un centro corto y Javier Toledo, con un remate fuerte y alto que dejó sin chances de Saja, refrendó un empate que tuvo el mismo sabor que la nada para la gente que anoche estuvo en el Cilindro de Avellaneda.