Domingo, 30 de abril de 2006 | Hoy
Al tramo emblemático del Rally de la Argentina concurre más público que a un Boca-River o a una carrera del TC en el Autódromo. Loeb sigue adelante, hoy puede ser el ganador.
El tramo de tierra tiene poco más de 21 kilómetros, cruza la Cumbre Chica, va desde Santa Rosa de Calamuchita, en la ruta provincial 5, hasta San Agustín, en la 36, y es la sede del acontecimiento deportivo más popular del año en la Argentina. Porque si un Boca-River puede convocar 60 mil espectadores o una carrera de TC en el Autódromo junta una cifra similar, al paso del Rally de la Argentina por ese tramo aguardan cerca de una centena de miles de fanáticos, que están en el lugar desde una docena de horas antes que el zumbido de los motores turbo horade la paz serrana. Al término de la segunda etapa, Sebastien Loeb (Citroën) está a sólo 41 kilómetros veloces de ganar el Rally.
Que el rally es un fenómeno particular en Córdoba, no se discute. Que “Calamuchita”, como se conoce al tramo, sea el más popular del Rally de la Argentina, no está en duda. Si el superclásico se jugara en el Maracaná seguramente reuniría 200 mil personas, pero mientras tanto, no hay acontecimiento deportivo en la Argentina que concentre tantas voluntades como éste. Es sábado y la estimación policial se acerca a las 100 mil personas.
“Llegamos a las dos de la mañana. Soportamos lluvia, un frío demencial, pero no nos movimos de acá.” Para las dos señoras de más de 40, “acá” es una cinta verde de plástico que demarca la frontera entre el Rally y su público, a un par de metros del camino. Arriba un coche de seguridad de la prueba y los oficiales le piden a la gente que se corran tres o cuatro metros hacia atrás. ¡Y la gente accede gustosa! “Son muy responsables –señala un directivo del Automóvil Club Argentino–. Pero tampoco quieren dar motivos para que el Rally se mueva de Córdoba. Aunque esta prueba no podría hacerse en ningún otro lado.” Un lugareño vende botellitas de whisky a tres pesos para combatir el frío. Ante la amenaza de lluvia, se recurre al conocimiento científico: unos vagos dejan por un segundo el asado para trazar una cruz de sal en el terreno y clavarle un facón...
“Lo he dicho siempre y lo repito –advierte Luis Moya, director deportivo de Subaru y ex navegante de Carlos Sainz–. Es fácil organizar un rally en Australia donde hay que controlar a dos personas y cuatro canguros... Lo bueno es hacerlo en la Argentina donde hay un millón de personas en la ruta y nos tratan de maravilla.” Moya confirmó que su ex piloto “será con seguridad el presidente del Real Madrid cuando haya elecciones tras la finalización de la Liga”.
Los fanáticos se enamoran de Marcus Gronholm, que se reenganchó y salió a fondo, pero también aplauden a Sebastien Loeb, que maneja con el rally bajo control. Petter Solberg pasa con mesura. Tras 21,41 kilómetros de estilos distintos, apenas 4 segundos separan a los tres monstruos del rally actual: son mínimas 18 centésimas por kilómetro.
La gente aplaude a Luis Pérez Companc, que viene peleando el último puesto puntable con su coequiper Matthew Wilson, al que casi dobla en edad. “¿Es a mí al que me saludan?”, se pregunta el argentino arriba del Ford Focus. Pero los hinchas no alcanzan a ver a Sebastián Beltrán, el piloto del Tango Rally Team, que venía ganando el Grupo N, pero que ha roto la suspensión de su Mitsubishi al mediodía, cerca de Carlos Paz. Beltrán le pedía perdón a los cordobeses, que se extasiaron con la lucha entre el local Federico Villagra (según Gabriel Raies, prócer del rally cordobés, el mejor piloto del momento) y el riojano Omar Yoma, que pasaron a fondo. Ellos corren con nafta de aviación que cuesta 7,50 pesos el litro; pero los World Rally Car de Loeb y Cía. usan una mezcla especial que trepó de 4,50 euros en el 2005 a 7,50 euros ahora, a causa de la suba del precio del barril: a fondo, consumen 0,6 litros por kilómetro.
A las 17.26 volvieron a atravesar el tramo: esta vez hubo 4s4 entre los tres. Gronholm ganó de vuelta el tramo, fue el más rápido de la etapa pero está décimo a más de 14 minutos de Loeb, quien le gana el rally a Solberg por 43 segundos. “Calamuchita es el tramo del rally que más me gusta –señala el francés, que se ataja–. Pese a la ventaja, la carrera no está ganada todavía.” Pérez Companc trepó un puesto, al octavo lugar, sumando un punto para el Mundial: “Este es mi mejor rally”. Villagra gana cómodamente el Grupo N sobre Yoma y está 12º en la general: “Voy a levantar un poquito”, prometió.
Quedan hoy los dos tramos clásicos de Traslasierra, Giulio Cesare y El Cóndor, a 2000 metros de altura, y una nueva cita en el Estadio Córdoba para 40 mil fanáticos (televisada por Espn+ desde las 12). No será tan popular como en Calamuchita, pero...
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