A partir de la decisión judicial de clausurarle el estadio Monumental, River contraatacó con un escrito que presentó en el Ministerio del Interior en el que recusa la medida, denunciando “arbitrariedades”, y señaló que la cartera actuó “desde la ilegalidad y el menosprecio” a la Constitución, con un “comportamiento ético y jurídicamente inadmisible”. En un el comunicado, el club señaló como una contradicción lo surgido de dos comunicaciones sucesivas que emitió el Ministerio del Interior el viernes pasado, ya que por la primera suspendió el estadio por dos fechas, luego de los incidentes que se desataron tras el partido con Independiente, porque “es riesgoso para la vida”, y por una posterior lo habilitó, debido a la “imposibilidad de reprogramar el calendario”. Por otro lado, el entrenador Daniel Passarella faltó al entrenamiento de ayer por un fuerte cuadro gripal.

A través de los abogados del Estudio Badeni & Gagliardo, el club interpretó que la situación podría encuadrarse en tres posibilidades: o es un acto de “magia”, dijo la presentación, ya que “el estadio que no ofrecía seguridad comenzó a tenerla segundos después”, una “inexplicable metamorfosis” que ahora se opera “en sentido inverso”, se agregó, o bien se trata de un “delito” por permitir jugar un partido “en un estadio inseguro”, o de una “falsa causa”, ya que el estadio resultaba seguro.

El escrito fue presentado ayer por la mañana por los representantes legales en el Ministerio del Interior, para agotar la vía administrativa, aunque el club se reservó la acción por “daños y perjuicios” contra el “Estado argentino y los funcionarios responsables”.

Los fundamentos del pedido de “suspensión del acto administrativo” hicieron hincapié en las dos comunicaciones sucesivas que emitió el Ministerio del Interior el viernes pasado. Según el mismo, ambas se contradicen. Para los abogados de River, la Resolución 1046/07 del Ministerio del Interior se basó en que la Subsecretaría de Seguridad Interior podrá “disponer la clausura” de los estadios, sólo cuando éstos “no ofrezcan las condiciones de seguridad para la vida o integridad física del público”.

En el plano futbolístico, ante la ausencia de Passarella, la práctica en el predio de Ezeiza fue dirigida por sus ayudantes de campo, Héctor Pitarch y Alejandro Sabella. Passarella debió quedarse en su casa debido a que tenía fiebre y un fuerte cuadro gripal, según comentaron desde el cuerpo técnico.

El nombre de Passarella, precisamente, generó una fuerte controversia durante la reunión de Comisión Directiva realizada el lunes por la noche, en la que al menos dos dirigentes cuestionaron su continuidad debido a los malos resultados. Passarella cuenta con el fuerte respaldo del presidente del club, José María Aguilar, quien afirmó que el ex defensor cumplirá su contrato, que vence en diciembre de 2009, justo cuando finaliza su mandato.