El brutal ataque que sufrió en la noche del martes un barrabrava de River obligó a las autoridades del club de Núñez a pedir “colaboración” al Ministerio del Interior, la Policía Federal, la Justicia y la AFA para “terminar con la violencia en el fútbol”, al anunciar un operativo especial para el partido del domingo, ante Newell’s, en el que el equipo de Daniel Pa-ssarella debutará en el torneo Apertura. La decisión se tomó ante el temor de que las facciones de la barra aprovechen el cotejo para encontrarse, tal como vienen prometiendo en diversos foros de Internet, en un enfrentamiento armado. El inicio del partido fue adelantado en dos horas, de las 16.10 a las 14.10, para que los hinchas puedan abandonar el estadio bajo la luz del día, minimizando riesgos de emboscadas amparadas por la oscuridad.

Martín Gonzalo Acro, hincha y ex empleado de River, de 29 años, fue literalmente ejecutado por desconocidos en la noche del martes cuando salía de un gimnasio en el barrio de Villa Urquiza, aparentemente en una represalia de carácter mafioso, y se encuentra en estado de coma irreversible en el Hospital Pirovano, adonde llegó con dos disparos en la cabeza y con pérdida de masa encefálica.

Fuentes policiales vincularon el ataque a la interna de la barra brava de River y fue el mismo Hugo Adrián Rousseau, líder de una de las facciones de la barra, el que señaló en el hospital que la agresión había sido producto de “una interna”.

Durante el ataque también fue herido un joven de 28 años, Osvaldo Gastón Matera, que recibió un balazo en la espalda. Como su caso carecía de gravedad, fue dado de alta ayer por la mañana.

Acro y Matera caminaban por la calle Bauness cuando, antes de llegar a la esquina con Cullen, un grupo que se movilizaba en dos coches se detuvo, se apeó, los balearon y huyeron. La investigación quedó a cargo del fiscal de Saavedra José María Campagnoli, quien investiga los violentos incidentes del 11 de febrero pasado en el quincho del Estadio Monumental. En esa causa, el juez Mauricio Zamudio había procesado, sin aplicar la prisión preventiva, a Acro, junto con otros cinco integrantes de la barra brava de River, entre ellos los hermanos Alan y William Schlenker, y Rousseau, líderes de las facciones enfrentadas.

Ese procesamiento le hizo perder a Acro el empleo que tenía en el club, en el que revistaba como operario de maestranza con un sueldo bruto de 5763 pesos. También perdió su condición de socio del club y, según lo denunció ayer el dirigente opositor Horacio Roncagliolo, “habría pertenecido a la barra de Alan y se habría pasado a la de Adrián”. Ayer, Rousseau estuvo en el Pirovano acompañado por una veintena de hinchas para interesarse por el estado de Acro, que agonizaba a última hora.

Matera declaró a la tarde ante la fiscalía que no tiene nada que ver con la barra de River. Otros dos testigos que declararon coinciden con él en que uno de los vehículos que interceptaron a Acro y Matera, del tipo camioneta, es similar a un vehículo que los investigadores tienen señalado en las causas de la batalla de los quinchos, el 11 de febrero pasado.

Apenas conocido el episodio, tanto el presidente de River, José María Aguilar, como el secretario, Héctor Cavallero, lo desvincularon con el club. “No tiene que ver con River sino con una circunstancia policial ajena a la institución”, dijeron.

Pero luego, en el transcurso del día, ante el nivel de agresiones que se cruzaron en Internet los integrantes de la barra, prometiendo reacciones o venganza el domingo en ocasión del partido contra Newell’s, decidieron una batería de medidas especiales de seguridad.

Entre esas medidas figuran un “cacheo intensivo” en todas las bocas de acceso al estadio, no permitir el acceso a la cancha desde las restantes instalaciones del club y tampoco de plateas a tribunas o a la inversa. Además se incrementarán en 300 efectivos los destinados a la seguridad para este encuentro, lo que elevará la cantidad total de 750 a 1050. Se prohibirá el ingreso de bombos y de banderas de dimensiones superiores al metro cuadrado de superficie.

También se tuvo en cuenta la situación especial que viven las hinchadas de los dos clubes desde que, tres años atrás, barras de River asesinaron a dos hinchas del equipo rosarino en un peaje de San Nicolás.

Aguilar no estuvo visible en los anuncios.