Jueves, 9 de agosto de 2007 | Hoy
EL MUNDO › ROH Y KIM SE REUNIRAN EL 28 POR PRIMERA VEZ EN SIETE AÑOS
El encuentro entre los mandatarios, cuyos países siguen técnicamente en guerra, se produce cuando Norcorea se está desarmando.
Por Daniel Jeffreys *
desde Seúl
Los presidentes de Corea del Norte y Corea del Sur sorprendieron ayer al mundo al anunciar simultáneamente que pronto tendrán su primera reunión cumbre en siete años en Pyongyang, la capital de Corea del Norte. La planeada reunión de tres días entre el mandatario surcoreano, Roh Moo-hyun, y su par norcoreano, el dictador Kim Jong II, que comenzará el 28 de agosto, será la segunda de esta clase en 54 años. Técnicamente, Corea del Norte y del Sur siguen en guerra, al cesar el conflicto de 1950-53 entre ambos por una tregua y no por un acuerdo de paz. La reunión sucede después de la confirmación de la ONU el mes pasado de que Corea del Norte había cerrado su reactor nuclear para armas en Yongbyon.
“Se espera que la segunda cumbre intercoreana contribuya a la paz y la prosperidad en la península coreana”, dijo una declaración de la oficina de Roh. “Las conversaciones también brindarán la oportunidad para establecer el problema nuclear de Corea del Norte.” La primera y única cumbre tuvo lugar en junio de 2000, entre Kim y el presidente de Corea del Sur, Kim Dae-jung. Esa reunión fue el motivo por el que el líder de Corea del Sur ganara el Premio Nobel de la Paz el diciembre que siguió. Muchos se sorprendieron por la noticia de la cumbre Kim-Roh, que fue acordada después de conversaciones totalmente secretas organizadas por el jefe de inteligencia de Corea del Sur, Kim Man-bok. La semana pasada las tropas de Corea del Norte y Corea del Sur se vieron involucradas en un corto intercambio de disparos en su fortificada frontera.
Aunque Washington vio con agrado la cumbre, el personal de la Casa Blanca dijo que no sabían nada sobre la reunión de las dos Coreas hasta dos horas antes de su anuncio. La relación entre las dos Coreas tocó un nuevo punto bajo en octubre pasado, cuando Pyongyang llevó a cabo una prueba subterránea de un artefacto nuclear primitivo. Desde entonces, Corea del Norte, enfrentada a una intensa presión diplomática y a sanciones económicas, participó en negociaciones de desnuclearización a seis bandas, con Corea del Sur, Japón, Rusia, China y Estados Unidos.
Los funcionarios de estos países estaban participando en una sesión de las negociaciones a seis bandas en el pueblo fronterizo entre las dos Coreas de Panmunhon ayer para discutir los siguientes pasos en la desnuclearización de Corea del Norte y todos recibieron gratamente la perspectiva de una cumbre Norte-Sur. Un funcionario del Departamento de Estado de Estados Unidos dijo: “Esperamos que esta reunión ayude a promover la paz y la seguridad en la península coreana, cumpliendo los objetivos de las negociaciones a seis bandas”.
En Seúl, los precios de los valores en el índice principal Kospi subieron 43 puntos, un aumento del 2,3 por ciento. Las acciones de la Marina Mercante Hyundai, que posee una gran porción del negocio que controla el turismo y las fábricas del área de la frontera entre Norte y Sur, ganaron un 9,1 por ciento.
Mientras los corredores de la bolsa abrieron champagne, los políticos de la oposición olieron a rata. Los miembros del Gran Partido Nacional, conservador, denunciaron la cumbre planeada como una maniobra para impulsar las perspectivas de los candidatos liberales en las elecciones presidenciales de Corea del Sur, que deben llevarse a cabo en diciembre.
Los dos principales candidatos presidenciales del Gran Partido Nacional (GPN) han estado liderando las encuestas de opinión, lo que alarmó a muchos en el Norte. Los funcionarios del partido en Pyongyang describieron recientemente al GPN como “una fuerza conservadora traidoramente pro-Estados Unidos”. Los candidatos del GPN y los periódicos conservadores sostienen que la cumbre ha sido orquestada por el Norte como una forma de intervenir en las elecciones presidenciales del Sur. En una declaración oficial, el GPN dijo que la cumbre “terminará como un acuerdo anónimo y resultará en una ayuda ridículamente generosa para consentir a Corea del Norte.
En privado los políticos de GPN sostienen que el gobierno de Roh puede haberle pagado al dictador de Corea del Norte, que carece de dinero, un enorme soborno para que aceptara una cumbre a la que, previamente, se había opuesto. En 2000, Corea del Sur hizo una transferencia secreta de 500 millones de dólares a Corea del Norte antes de la cumbre con Kim Dae-jung. Roh no se puede presentar para una reelección en diciembre y debe dejar sus funciones en enero de 2008. Les dijo a los asistentes cercanos a él que una reunión con Kim Jong-II ayudaría a asegurar su legado.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12
Traducción: Celita Doyhambéhère.
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