Racing llegó con toda la ilusión que le dejó el triunfo en Bahía Blanca ante Olimpo. Sin embargo, durante la semana se aplacó la euforia por la sorpresiva venta de Maximiliano Moralez a Rusia. Por eso, el encuentro ante Banfield, el debut como local, era un buen examen para saber cómo respondía el equipo de Gustavo Costas ante la ausencia de su conductor. Y la prueba no fue superada: con un mal rendimiento cayó 1-0 ante Banfield y dejó en claro que sus aspiraciones no son demasiado sólidas.

Por como venían ambos conjuntos, el arranque resultó llamativo. Es que el agrandado Racing pareció esperar para ver lo que proponía su rival. Y Banfield, que llegaba con una goleada en contra, salió decidido a llevarse por delante a su adversario. Y por eso, al minuto de juego ya provocó el primer sobresalto para Campagnuolo, que debió esforzarse para desviar un derechazo bajo de Barrales.

Con el correr de los minutos, Racing emparejó el desarrollo y también comenzó a generar chances frente a Lucchetti. Malano, en dos ocasiones, pudo abrir el marcador, pero en la primera no llegó a conectar el centro del Piojo López y en la otra disparó alto. Igualmente, la situación más clara fue para Sava, que peinó un tiro libre en el primer palo y obligó a una gran atajada del ex arquero de Racing.

Banfield ya no se mostró tan suelto, aunque también siguió lastimando ante la endeblez de la defensa local. De esa manera, una falla de Sosa en un despeje, casi le posibilita a Cvitanich la apertura del marcador, pero el delantero adelantó demasiado la pelota y permitió la rápida intervención de Campagnuolo. Y el arquero también salvó a su equipo ante otra entrada de Cvitanich desde la derecha.

Ya en la segunda parte, el trámite fue más ordinario. Porque Banfield se olvidó de sus intenciones iniciales y prefirió retrasarse, al tiempo que Racing exhibía todas sus limitaciones a la hora de atacar. La apuesta de Costas de colocar un hombre ofensivo como el paraguayo Salcedo no tuvo demasiado éxito, ya que el mediocampo de Racing siguió sin pesar en el juego. Tampoco aportó el ingreso de Fileppi, ya que significó la salida de López, el más claro del conjunto de Avellaneda.

Y entonces, pasó lo inevitable: Primero Cabral salvó sobre la línea un tiro de Cvitanich, que se abrió mucho luego de eludir a Campagnuolo. Y un ratito más tarde, un rebote en el borde del área le quedó servido a Civelli, que sacó un terrible zurdazo cruzado para someter al arquero y decretar la victoria. Entonces, Racing tomó conciencia de todo lo que perdió con la partida de Moralez.