Con dos grandes zurdazos de Damián Escudero y Víctor Zapata, Vélez liquidó a Olimpo en el primer tiempo. En la segunda parte, Sergio Sena puso el tercero para sellar el resultado para el equipo de La Volpe, que ganó los dos partidos que jugó y es puntero.

La cara de Ricardo La Volpe se transforma cuando se le dice que aquí se juega con enganche. Para él esa posición es vieja y previsible.

Enlace, jugador táctico, carrilero o como sea, Damián Escudero es el hombre que eligió el técnico de Vélez para darle un toque distinto a un equipo sin figuras. Juega suelto. Y juega bien. A los 7 abrió el marcador con un perfecto zurdazo, que se metió con más precisión que potencia en el ángulo derecho de Navarro Montoya. Al igual que en el primer encuentro ante Colón, Escudero rompió el partido. Después Vélez se acomoda: es firme atrás y junta mucha gente en el medio.

Olimpo, por su parte, es prolijo, maneja bien la pelota, pero le falta explosión de mitad de cancha hacia adelante. Nunca tuvo cambio de ritmo. Entonces el partido se fue desinflando, con un local que esperaba y un visitante que no lastimaba. En el final del primer tiempo llegó el segundo con otro buen zurdazo, esta vez de Víctor Zapata de tiro libre. Eso fue Vélez en el primer tiempo. Dos llegadas, dos golazos.

Y si en la primera mitad el partido se desinflaba, en el segundo tiempo directamente se pinchó. Pellerano se hizo dueño de la defensa. Bustos se hizo dueño del mediocampo. Y el partido fue todo de Vélez. Rivarola intentó cambiar la historia con modificaciones ofensivas, pero ni Morales ni Lujambio ni Olivi pudieron gravitar. Faltando pocos minutos, Sena, con un derechazo fuerte, también desde afuera, puso el tercero y decoró el resultado.

Vélez les muestra a todos sus cartas: será un equipo duro defensivamente, correrá y presionará mucho en la mitad de la cancha y tendrá en Escudero a su as. Por ahora con eso le alcanza. Jugó dos, ganó dos y está puntero.