El 22 de mayo de 1977 en Berna, Argentina y Holanda jugaron un amistoso más recordado por lo que pasó fuera de la cancha que dentro. En aquella ocasión, un grupo de exiliados argentinos se ubicó estratégicamente en una de las tribunas, frente a las cámaras de televisión, y llamó la atención sobre los crímenes de la dictadura militar. Cada uno llevaba una pancarta, en cada una, una letra; trece en total. Alguien daba la voz, las levantaban y se leía: “Videla asesino”. Lo hicieron varias veces y la TV lo registró. Al terminar el primer tiempo, representantes diplomáticos argentinos pidieron a la policía suiza que interviniese y amenazaron con no permitir que el equipo albiceleste saliera a jugar el segundo período si no se frenaba aquella singular forma de denuncia. Cincuenta guardias cortaron el reclamo, pero ya el objetivo había sido logrado: nadie había dejado de ver en la Argentina, y en todo el mundo, aquel mensaje. El partido que formaba parte de los festejos por el 75º aniversario de la FIFA terminó empatado y en la definición por penales ganó Argentina 8-7. Los últimos amistosos se jugaron después, con Bielsa como entrenador de la Selección Argentina. El 31 de marzo de 1999 fue 1-1 con gol de Batistuta, una de las pocas veces en que estuvieron juntos Crespo y Bati. El 12 de febrero de 2003, el triunfo fue para los holandeses 1-0, con gol de Van Bronckhorst.