En abril de este año, mientras se conmemoraba el día de las islas Malvinas, el Mono Navarro Montoya les hizo su propio homenaje a las Fuerzas Armadas y a la policía durante el partido entre Boca y Nueva Chicago. Días después, en el programa En nombre del fútbol, que se emite por FM Palermo, dijo que había hecho un gesto durante el minuto de silencio “en honor y en homenaje a los policías y militares caídos en las manos asesinas de la guerrilla, porque parece que en nuestro país hubo muertes de un solo lado en un momento de la historia argentina...”.

Durante la larga entrevista con Página/12, ratificó lo que había expresado en aquel momento: “En esa época terrible que vivió la Argentina, yo tenía 10 años o poco más y había muchísimas muertes de inocentes. Muchísimas del terrorismo de Estado, que lo repruebo totalmente y me solidarizo con sus víctimas, pero también víctimas inocentes del lado de las fuerzas de seguridad. Y creo que no se recuerda de la misma manera a aquellas personas que dieron su vida por tratar de defender a otros ciudadanos. Cuando era chico yo jugaba en una plaza y nos tuvimos que ir porque los guerrilleros habían puesto una bomba, en Floresta”.

El arquero que se representa a sí mismo y por ahora no tiene club suscribe la teoría de los dos demonios como una buena parte de nuestra sociedad. Aquellas declaraciones de abril habían pasado casi inadvertidas. Antes de despedirse, Navarro Montoya, muy seguro de sí mismo, se preguntó en voz alta: “¿Por qué no podemos decirnos lo que pensamos, aunque sea diferente?”.