Después del encontronazo que se produjo en la reunión de Olivos, pocas semanas atrás, Argentina y Brasil demostraron ayer su voluntad de avanzar en la integración energética, haciendo “todo lo necesario” para que cada uno de los países tenga lo que le hace falta, según aseguró el jefe de Gabinete, Alberto Fernández. La afirmación tiene lugar horas antes de que se ponga en marcha el denominado Gas Plus, un plan para incentivar la producción de ese carburante, que escasea para las dos naciones.

Esta restricción es, justamente, uno de los principales obstáculos para que Argentina y Brasil puedan auxiliarse en materia energética, tal como proclamaron a través de un comunicado conjunto. A través de ese acuerdo, ambas naciones se disponen a “monitorear semanalmente el flujo energético en ambos países, ver exactamente dónde puede haber una mayor demanda y tratar de atender esa demanda”, explicó Fernández.

Pero será difícil ir un poco más allá considerando que Brasil atraviesa un período de baja hidraulicidad –lo cual le dificultará contar con electricidad excedente de ese origen– y que necesita reforzar su provisión de gas tanto como la Argentina. Esta cuestión quedó claramente expuesta días atrás en el encuentro que Inácio Lula da Silva tuvo en Olivos con Cristina Fernández de Kirchner y el presidente de Bolivia, Evo Morales, cuando los administradores brasileños bloquearon la posibilidad de desviar hacia los gasoductos locales algo del carburante que importan desde el Altiplano.

En esa ocasión fue el presidente de Petrobas, Sergio Gabrielli, quien se negó de modo rotundo a ceder “una molécula de gas” a la Argentina. A cambio, Brasil propuso aportar 200 megas de energía eléctrica, contribución modesta, que algunos especialistas hoy ponen en duda. La declaración conjunta, difundida ayer, es un enunciado de buenas intenciones políticas, más que un plan definido, y en este orden también prevé “coordinar, planificar y programar los flujos de energía”.

De este lado de la frontera, el Gobierno sigue con medidas que intentan promover la producción de gas, habilitando un precio libre al gas adicional que se produzca de ahora en más. Una zanahoria para estimular las renuentes inversiones en la exploración.