La industria acumuló un crecimiento interanual de 6,5 por ciento en los primeros siete meses del año. El dato evidencia que la expansión se mantuvo a buen ritmo, pese a las restricciones que impuso el lockout rural. Sin embargo, un informe reciente del Centro de Estudios de la Unión Industrial Argentina revela que las producciones de autos y de metales básicos representaron el 67 por ciento de ese crecimiento, dejando en evidencia una fuerte heterogeneidad. Si se excluyen ambos sectores del cálculo, el nivel de actividad industrial se hubiese expandido apenas 1,9 por ciento en el acumulado anual. Esto genera preocupación en los empresarios, que identifican la suba de costos y la reciente baja del tipo de cambio nominal como las causas que afectan su competitividad. En el Gobierno responden que la demanda sigue siendo alta, pero esos sectores crecen menos porque tienen dudas sobre la continuidad del modelo y retacean inversiones, apostando en algunos casos por el negocio importador. La presidenta Cristina Fernández de Kirchner buscará hoy disipar esos temores con medidas que reafirmen la voluntad de proteger a la industria nacional.

El informe del Centro de Estudios de la UIA destaca que la producción automotriz se expandió 27,1 por ciento en lo que va del año y contribuyó con el 33,5 por ciento del crecimiento, siendo que representa el 7,3 por ciento de la actividad industrial. Metales básicos, por su parte, también tuvo un marcado dinamismo, con una contribución al crecimiento general de 33,5 por ciento, sustentada más en su fuerte dinamismo (18 por ciento) que en la ponderación que tiene en la encuesta manufacturera (11 por ciento). Estos dos sectores son altamente concentrados y están dominados por compañías de la talla de Ford y Volkswagen, en la industria automotriz, y Techint, Acindar y Aluar en metales básicos.

En el otro extremo está la industria textil, que viene siguiendo con preocupación el crecimiento de las importaciones chinas y en julio presentó una suba ponderada de apenas 0,2 por ciento interanual. Hilados de algodón cayó 9 puntos y tejidos se expandió apenas 2,9. Sólo fibras sintéticas creció fuerte, pero en el acumulado anual todavía acumula una baja de 36,7 por ciento debido a conflictos gremiales en una de las principales empresas del rubro.

Otro de los sectores complicados es la industria plástica. Según datos de la cámara, la apreciación del tipo de cambio real facilita la entrada de productos terminados (fundamentalmente desde China, que actualmente concentra el 38 por ciento de estas importaciones) y semielaborados (donde China ya se ubica detrás de Brasil, con el 11,2 por ciento). En condiciones similares está operando la industria metalmecánica, que en julio cayó 2,6 y en el acumulado anual creció apenas 2,7 por ciento.

La situación se agrava si se toma en cuenta que los datos mensuales surgen de la comparación con julio de 2007, período de peor crecimiento industrial del año pasado (2,3 por ciento) debido a las restricciones energéticas que afectaron a varios sectores y la caída en la producción de algunos insumos básicos por paradas técnicas.

Los industriales se quejan por la baja nominal del dólar, la suba de los costos y la falta de crédito de mediano y largo plazo. Afirman que de continuar esta tendencia el nivel de inversiones comenzará a disminuir. Del lado oficial, responden que las inversiones de esos sectores ya comenzaron a desacelerarse por temores infundados sobre la continuidad del modelo productivo. Además, remarcan que el crecimiento de las importaciones también es un síntoma de esa desconfianza porque muchos industriales son a su vez los principales importadores y apenas ven alguna nube en el horizonte se empiezan a reconvertir. La intención del Gobierno es dejar en claro que la industria sigue siendo una prioridad. Cristina Fernández de Kirchner va a anunciar hoy algunas medidas tendientes a frenar la importación, favorecer el financiamiento del sector e incentivar el comercio. El jefe de Gabinete, Sergio Massa, dio una pista ayer al afirmar que el Gobierno trabajará “en la sintonía fina para profundizar el modelo industrial de la Argentina”.