Miércoles, 5 de noviembre de 2008 | Hoy
ECONOMíA › LOS NUEVOS CONTROLES DEL CENTRAL MOTIVARON UNA FUERTE BAJA EN LAS COTIZACIONES
A nivel mayorista, la divisa retrocedió 10 centavos en un día. Al público, el billete verde cerró a 3,38 pesos, una caída de dos centavos. Más inspecciones en agencias.
Por Cristian Carrillo
El Banco Central dirigió la lupa sobre las agencias de cambio y el dólar se desplomó 3 por ciento. Luego de la resolución conjunta de la autoridad monetaria y la Comisión Nacional de Valores (CNV) para obstaculizar la operatoria de “contado con liquidación”, el organismo monetario salió a verificar “en tiempo real” el cumplimiento de la norma. La nueva reglamentación obliga a bancos que compren títulos o acciones a retenerlas en cartera por el plazo de 72 horas. Por su parte, la CNV extendió ese requisito a todos los agentes bursátiles, según una nota de la entidad que publicó temprano en el mercado. El Central, con ayuda de la AFIP, monitoreó las transacciones de ayer y el volumen de negocios se redujo a niveles mínimos. Se operó cerca de una cuarta parte del promedio de la semana pasada y las ventas inundaron la plaza. En el segmento mayorista la divisa estadounidense perdió diez centavos, para cerrar en 3,285 pesos. Al público el efecto tuvo algún rezago y el retroceso fue de apenas dos centavos, hasta los 3,38 pesos. Entre los operadores se estima que el dólar volverá a ceder en los primeros negocios de hoy.
“Con esto no caben dudas de que era una burbuja especulativa destinada a fugar dólares del país”, manifestó a este diario una fuente del BC. Desde que se publicó la reglamentación para la operatoria de “contado con liquidación” (según se denomina en la jerga financiera), los volúmenes en bonos (ver aparte) y dólares derraparon. El modus operandi de los grandes inversores comenzaba con la compra con pesos de un bono, que debía tener mercado en el extranjero. Ese mismo título era vendido en simultáneo en Nueva York en dólares y el dinero colocado en alguna cuenta en el exterior. Por ese tipo de cobertura, las entidades colocadoras cobraban una sobretasa por encima de la cotización cambiaria del día de hasta 20 centavos. La modificación que introdujo el Central obliga a retener 72 horas el papel en cartera, previo a su venta, entorpeciendo el negocio al imprimirse un mayor riesgo.
De todos modos, la presión oficial sobre los especuladores no quedó ahí. Personal del BCRA y de AFIP se presentaron desde el inicio de la rueda en agencias y casas de cambio del microcentro –también en algunos bancos– para verificar que las transacciones de dólares se hagan según lo dispuesto. “Lo nuevo es que se controló el funcionamiento en el lugar mientras se llevaba a cabo la operatoria diaria. Antes se hacía al otro día y, si había una anormalidad, ya se habían fugado los dólares”, explicó a PáginaI12 el funcionario del organismo monetario. La fuente justificó ese control extraordinario además en la “necesidad de que el cambio en la norma tuviera un efecto inmediato en la jornada de hoy (por ayer)”.
El resultado fue el esperado por el Banco Central. Con esta especulación fuera de combate, el dólar se derrumbó diez centavos a nivel mayorista. “Los dólares se vendían como loco”, ejemplificó un operador al cierre de la rueda. La divisa arrancó sin intervención oficial a los 3,38 con los que dejó en la víspera, pero cerca de la mitad de la rueda comenzó a deslizarse por el tobogán que conformó la ausencia total de compradores. Finalmente llegó a 3,26 pesos antes de cerrar en 3,285. El volumen de operaciones se ubicó en 322 millones de dólares y las reservas internacionales finalizaron en 45.358 millones. “Como quedó, mañana (por hoy) puede caer diez centavos más. Está todo demasiado revuelto”, agregó un especialista.
En el mercado desestimaron que exista presión del secretario de Comercio, Guillermo Moreno, para que dejen de comprar dólares. “En todo caso no pasó de un llamado telefónico. En última instancia, el que tiene el poder de aprobarte o no una operación es el Central; y es en definitiva lo que hizo ayer (por el lunes pasado)”, dijo a este diario el responsable de la mesa de cambios de un importante banco de la city porteña. Con la flamante resolución, los bancos estuvieron forzados a dar vuelta algunas posiciones que “no estaban en regla”. Además, aquellos que habían comprado bonos y tienen que esperar 72 horas para liquidarlos en el exterior, decidieron vender esos papeles para evitar pérdidas por oscilaciones de precios y de tipo de cambio. “Ese era el efecto que buscaba la resolución”, admitió el directivo del Central.
El control se llevó a cabo también sobre los “coleros” (ver aparte) para evitar distorsiones cambiarias. “Algunas agencias parecieron mirar para otro lado y no acomodaron sus pantallas a la realidad de la plaza mayorista”, comentó enojado un ejecutivo del Central. En el microcentro porteño los bancos y casas de cambio cerraron con un dólar en 3,38 pesos para la venta al público. En cambio, para la compra –lo que paga el banco por los dólares que vende el ahorrista– cedió cuatro centavos, a 3,33 pesos. Para hoy las miradas están puestas en lo que suceda con el chiquitaje, que debería ajustar a la caída de ayer en el mayorista. Todo parece depender de cuánto acerque la lupa Redrado.
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