Los mismos equipos móviles de General Electric que George Bush envió a Irak y a Afganistán para proveer energía eléctrica sobre territorios arrasados servirán para que los usuarios bonaerenses, entrerrianos y cordobeses no tengan alteraciones en la calidad de la energía que reciben. Emgasud, la firma del empresario Alejandro Ivanisevich, está esperando un hueco en la agenda de Cristina Fernández de Kirchner para inaugurar los primeros dos de un total de siete equipos importados desde Estados Unidos en el marco del Plan Energía Distribuida. El programa es uno de los recursos puesto en marcha por el Gobierno para aventar los apagones, riesgo que parece muy lejano este verano.

Una demanda menos vigorosa de parte de la industria, la sustitución de lámparas incandescentes por las de bajo consumo en los domicilios, el nuevo huso horario en la mitad más poblada del territorio nacional, la recuperación hidráulica de las represas del sur y la puesta en marcha de las centrales térmicas Belgrano y San Martín configuran una firme defensa contra la posibilidad de que picos en el consumo puedan hacer trastabillar el sistema.

Si bien la demanda de electricidad sigue creciendo respecto del año pasado, lo está haciendo a un ritmo menor. Cammesa, la administradora del mercado eléctrico mayorista, había proyectado un aumento del 7 por ciento para el lapso que va de octubre a marzo próximo, en relación con el mismo período de 2007/2008. Sin embargo, los datos de octubre obligan a relativizar ese vaticinio: la demanda creció sólo un 2,3 por ciento interanual e incluso bajó respecto de septiembre.

Este alivio sobre el sistema llega cuando ya están en marcha los dos planes diseñados por el Gobierno para alentar la oferta, que también abren la puerta a seductores negocios para empresarios allegados al rubro. Uno es el Energía Plus, por el cual las industrias que consuman más que en 2005 tendrán que procurársela y pagarla a precio libre, valor que hoy ronda los 70 dólares el megawatt/hora, el doble que en el resto del mercado donde los precios están regulados por el Estado. Esto alentó a firmas como Pampa Holding a repotenciar la central térmica de Güemes o a Albanesi a hacer lo propio con la cordobesa de Bell Ville o a invertir 100 millones de dólares para reactivar otra en Tucumán.

El otro plan oficial es el conocido como Distribuida o Delivery, que da la posibilidad de inyectar más energía al sistema interconectado nacional selectivamente, en los puntos críticos y cuando indique Cammesa. Esta electricidad es comprada por el Estado a través de Enarsa, que se está comprometiendo a pagar por ella más aún de lo que oblan los industriales por la Plus. En el marco de este lucrativo plan es que Emgasud ganó una licitación para reforzar el abastecimiento en las provincias de Buenos Aires, Entre Ríos y Córdoba.

Los cuatro primeros generadores rodantes fueron adquiridos. Los restantes serán alquilados a General Electric. Cada una agregará al sistema 25 megawatts y los primeros, localizados cerca de Pilar, ya están disponibles. Pero sólo se activarán cuando la Presidenta vaya a cortar la cinta.