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Los datos sobre consumo minorista de Estados Unidos impulsaron las principales Bolsas del mundo. Si bien en octubre el indicador cayó 1,7 por ciento con relación a las ventas registradas hace un año, a los inversores les bastó una mejora intermensual de 1,4 por ciento para protagonizar una jornada bursátil en alza. También colaboró el desempeño macroeconómico de la golpeada economía japonesa, que creció 4,8 por ciento en el tercer trimestre del año en términos interanuales, escapando así de la recesión. En Wall Street, el industrial Dow Jones subió 1,3 por ciento y el tecnológico Nasdaq otro 1,4 por ciento. El Merval, el reducido índice líder de la plaza porteña, registró un alza de 2,7 por ciento.

El índice S&P, que reúne a las 500 empresas más grandes que cotizan en Wall Street, saltó 64 por ciento desde el piso alcanzado en marzo pasado. El sostenido incremento en el precio de las acciones lleva a los organismos multilaterales y tambaleantes instituciones financieras a sentenciar el fin de la crisis.

Mientras tanto, varios especialistas de un amplio abanico ideológico advierten que lo peor todavía no pasó. El desempleo continúa en aumento y no descartan un nuevo estallido que provenga de los inflados valores de las acciones. Los responsables de la política económica en Estados Unidos no comparten esa visión. El titular de la Reserva Federal, Ben Bernanke, pronosticó un crecimiento moderado para su país en 2010 y sostuvo que “no es obvio que el precio de los activos esté sobrevaluado en el sistema financiero norteamericano”.

Con el Dow Jones en su nivel más alto en trece meses, Bernanke se encuadra junto con el FMI al estimar el final de la crisis. “La estabilización de los mercados financieros y la restauración gradual de la confianza ayudan a proveer los cimientos necesarios para una recuperación económica. Podemos apreciar evidencia temprana de ese proceso.” La evidencia son los activos inflados y la mejora parcial en algunos indicadores, como ventas minoristas que estuvieron lideradas por la venta de autos.

Sin embargo, la tasa de desempleo se ubica en el 10,2 por ciento y continúa en ascenso. Al incluir los trabajadores desalentados y los empleos parciales, la desocupación alcanza el 17,5 por ciento. Por ahora, para el presidente de la FED, la evolución del empleo es tan sólo “una gran inquietud”. Ante la pérdida de valor del dólar en relación con el euro, el funcionario se comprometió a “asegurar que el dólar sea fuerte y una fuente de estabilidad financiera global”.

En la Bolsa de Buenos Aires, las acciones líderes acumulan una mejora de 112 por ciento en lo que va del año. En el mercado local la mejora estuvo encabezada por el sector siderúrgico-petrolero. El Merval, que refleja el comportamiento de 14 papeles, subió de la mano de las acciones de Tenaris, que treparon 5,2 por ciento. La cotización del dólar se mantuvo estable en 3,82 pesos y las reservas del Banco Central llegaron hasta los 46.746 millones de dólares. Entre los títulos públicos prevalecieron los signos positivos. Los cupones PIB saltaron 3,3 por ciento, el Bogar 2018 subió 2,4 y el Descuento en pesos avanzó 0,8 por ciento.