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El Coeficiente de Variación Salarial de febrero creció un 1,2 por ciento respecto del mes anterior, igualando a la inflación oficial registrada en ese mismo período del año.

En el desglose de este registro difundido por el Instituto de Estadística y Censos se corrobora la tendencia de meses previos en las que los salarios de los trabajadores formales tienen mejoras que superan a los informales y lo hacen con creces respecto de los del sector público.

El CVS se calcula desde el 2004 y sirve como parámetro para ajustar algunos contratos que previeron ajustarse sobre esa pauta. La base es el trimestre octubre-diciembre del año 2001, y en contraste con ese punto de referencia, el conjunto de remuneraciones se incrementó en promedio un 238,7 por ciento, con diferencias según el tipo de empleo de que se trate: la suba fue del 388,5 por ciento para el caso de los blanqueados, baja al 340,9 para los en negro y apenas llega al 253,8 por ciento para los estatales.

Idéntica performance se da en el primer bimestre del año. Mientras que los sueldos de los trabajadores formales mejoraron un 1,5 por ciento, el de los no registrados subió un 1,3 y el de los públicos un 0,4 por ciento. Si se confrontaran mes por mes los valores promedio con la inflación oficial podría concluirse que en el arranque del 2010 los salarios salieron airosos de su carrera contra la inflación, a pesar de que en esos meses se registraron los valores más altos del año: 1,0 por ciento enero y 1,2 por ciento en febrero. El CVS aumentó 1,4 y 1,2, respectivamente, en relación al mes anterior. Aunque la realidad es que gran parte de los incrementos se registraron en alimentos, un rubro de mayor impacto relativo sobre los sueldos.

Esa carrera contra los precios es la que está dando marco a las negociaciones paritarias que están comenzando con el ánimo de definir ajustes para todo el año. Los docentes hicieron punta con un acuerdo que implicó un reajuste promedio del 23 por ciento, varios puntos por encima del techo que pretenden las entidades patronales y bastante por encima de la pauta sugerida por el Gobierno, que estaría en torno del 19 por ciento. Pero ese valor testigo, sin embargo, está muy por debajo de lo que plantean los gremios más fuertes, cuyos reclamos llegan hasta el 30 por ciento.