Jueves, 31 de octubre de 2013 | Hoy
ECONOMíA › ALLANAMIENTO DE UN CONSULTORIO UTILIZADO COMO CUEVA PARA LA COMPRAVENTA DE DIVISAS
El Area Fraudes Económicos y Bancarios de la Procelac junto a Gendarmería e investigadores del Banco Central descubrieron un consultorio-cueva. El médico-financista se resistió tirando billetes en una bolsa de arpillera a una vivienda vecina.
Por Cristian Carrillo
Christian tiene 40 años. A los 15 comenzó con el negocio especulativo del mercado paralelo de divisas. En los ’90 no tuvo la espalda financiera suficiente para ponerse una agencia de cambios y decidió estudiar medicina. Se recibió y ejerció un breve tiempo hasta que comenzó a matizar la atención médica con los negocios cambiarios. Todo en el mismo consultorio-financiera. El último paciente registrado es de principio de año. Personal del Area Fraudes Económicos y Bancarios de la Procelac, junto a Gendarmería e investigadores del Banco Central, allanó ayer las instalaciones de Christian Montero, el médico y financista, en donde secuestraron aproximadamente 50 mil dólares, 150 mil pesos, 4500 euros, 6500 reales y libras esterlinas en sacos de arpillera. El doctor y cambista se encontraba armado y se resistió al accionar de la Gendarmería.
El local supo tener en la entrada un cartel con la leyenda: Consultora Financiera Urquiza, que luego se redujo a Consultora Urquiza y actualmente se quitó el cartel. El departamento ya había sido allanado en cuatro oportunidades por personal del Banco Central, pero Montero siempre logró “limpiar el lugar”, explicaron fuentes de la Procelac. Después de un trabajo de campo, con asistencia de la Justicia, se generaron las pruebas para hacer este último allanamiento. En el marco de la investigación por comercialización ilegal de divisas, el juez en lo Penal Económico de la ciudad de Buenos Aires, Alejandro Catania, autorizó el allanamiento en el inmueble ubicado en avenida Triunvirato 3940, Planta Baja.
Montero intentó resistirse al arresto y eliminar la evidencia –la bolsa de arpillera con el dinero y otra con documentación y comprobantes– arrojándola al inmueble del vecino. Montero tenía un revólver con una bala en la recámara y siete en el cargador. El local, en el que también se halló instrumental médico, aparentemente ginecológico y en pésimas condiciones de higiene, contaba con una autorización de la Dirección de Verificaciones y Habilitaciones, de la Secretaría de Justicia y Seguridad del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, para funcionar como consultorio profesional desde 2001. El consultorio estaba a cargo de Montero, médico de profesión, en donde se realizaba operaciones ilegales de cambio de divisas.
El comprador era atendido en la parte baja del departamento y el dinero se trasladaba por roldanas a un piso superior, desde donde se monitoreaba las transacciones en la “sala de estar”. En el lugar también se encontraba personal activo de una fuerza de seguridad que hacía las veces de custodio. Esta supuesta doble actividad la estaba ejerciendo desde 2003. La última constancia de atención al público con fines médicos data de febrero de este año, aunque por el estado del material –instrumental y camillas– no se logra dilucidar si en realidad se ejercía la medicina en esas condiciones. Por tal motivo, Carlos Gonella, titular de la Procelac, con conocimiento del juez a cargo, puso al tanto del hallazgo a la responsable de la cartera de Salud de la Ciudad.
“¿Ustedes son de la Procelac, no?”, le dijo Montero al personal de la dependencia, luego con tono más tranquilo. En la mesa de la oficina donde atendía sus asuntos, bajo un vidrio, exhibía un recorte de la nota de Página/12 sobre allanamientos de la Procelac a un solarium donde se encontraron divisas escondidas en el armazón de las camas solares: “Un bronceado de color verde” era el título. Una vez culminado el procedimiento, la Procelac presentó una denuncia por desobediencia, ocultación de elementos destinados a servir de prueba y cohecho, dado que el médico intentó también desactivar el procedimiento mediante algún tipo de arreglo con los funcionarios presentes.
“Mediante ese tipo de maniobras delictivas generadoras del llamado dólar blue, ciertos operadores financieros buscan desestabilizar el mercado cambiario utilizándolo como polea de transmisión para provocar corridas financieras y fuga de capitales”, señaló Pedro Biscay, coordinador del Area Fraudes Económicos y Bancarios de la Procelac, que actúa como soporte técnico del Central. El titular de la Procelac, Carlos Gonella, aseguró que este trabajo conjunto entre el BCRA y las fuerzas de seguridad se intensificará “para endurecer la política de persecución de los ilícitos cambiarios”.
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