El ministro de Planificación, Julio De Vido, destacó ayer la finalización de la construcción de Arsat-1, el primer satélite argentino de telecomunicaciones que a fin de mes será trasladado a la base espacial de Kouruo, en Guayana Francesa, desde donde será lanzado en octubre. “El lanzamiento del Arsat-1 es producto de una política de comunicaciones soberana que busca universalizar y federalizar el acceso a las comunicaciones, para lo que en 2006 se creó por ley la empresa nacional y estatal Ar-Sat, luego de la huida de Nahuelsat, que dejó al país al borde de perder un activo tan relevante como las posiciones orbitales por no utilizarlas. Ar-Sat se convirtió en el principal instrumento para llevar adelante las políticas de telecomunicaciones”, aseguró el funcionario.

El ministro destacó la decisión de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner de impulsar un modelo que permitió reconstruir capacidades en áreas estratégicas que el neoliberalismo había destruido. “Este modelo plantea un horizonte de desarrollo que permite alcanzar logros soberanos en materia de tecnología que resultaban inimaginables, como este lanzamiento, la construcción del Arsat-2, el Tronador II, que nos va a permitir poner en órbita nuestros propios satélites de observación, la terminación de Atucha II, el inicio de la construcción del reactor nacional de potencia Carem, ente otros”, agregó el funcionario encargado de asegurar el cumplimiento de estas iniciativas desde Planificación.