El Ministerio de Trabajo informó ayer que en agosto el volumen de despidos entre los trabajadores registrados que se desempeñan en el sector privado resultó inferior al número relevado en el mismo mes de los últimos siete años. Recién en 2006 se encuentra un valor menor. La cartera difundió esos datos a partir de la información que surge de la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL), con 2300 empresas consultadas. Además, el porcentaje de empresas que realizaron despidos es del 11 por ciento, lo que supone cierta estabilidad con respecto al mismo mes de 2013, cuando esa tasa se ubicó en el 12 por ciento. Trabajo explicó que “la principal problemática que afecta en la actualidad a la dinámica del empleo formal no es el incremento de los despidos sino la contracción del número de incorporaciones de trabajadores”.

Con esta información, el Gobierno buscó desmentir una nota publicada ayer en el diario La Nación, que tomó las estimaciones de la consultora Mercer. Esa empresa indaga a 165 empresas sobre su situación laboral y concluye que el 33 por ciento de ese universo admite que está recurriendo a los despidos, “ya sea porque no hay trabajo suficiente o por cuestiones de rentabilidad”. Además, el 70 por ciento no cubrió esos puestos, el 24 por ciento suprimió horas extras, el 18 por ciento tiene vigentes planes de retiro voluntario y el 10 por ciento aplica suspensiones, jubilaciones anticipadas y/o no renueva los contratos temporales.

En cambio, la cartera que dirige Carlos Tomada planteó que los despidos, según las mediciones propias, no presentan un escenario crítico, así como tampoco las desvinculaciones de otro tipo. El citado informe oficial advierte que la “tasa de salida”, que mide despidos, renuncias, jubilaciones y retiros voluntarios disminuyó en la comparación interanual de 2,6 a 2. Admite, de todos modos, que la “tasa de entrada”, que representa las incorporaciones de personal que realizan las empresas con respecto a su dotación, bajó de 2,4 en agosto de 2013 a 1,9 este año.

“Del análisis de los flujos laborales se desprende que la situación del empleo registrado en empresas privadas de ningún modo presenta el dramatismo agitado por determinados sectores de la sociedad”, dice el ministerio. La encuesta laboral marca que a nivel general el empleo formal se mantiene en el mismo nivel que en 2013. Diferente podría ser la situación entre segmentos de trabajadores en situación de mayor debilidad, como es el caso de los no registrados, que no están contemplados por la EIL. El despido de esos empleados, al estar bajo condiciones de informalidad, tiene un costo mucho menor a la desvinculación de un asalariado formal.

La EIL que confecciona el Ministerio de Trabajo releva mensualmente una muestra de más de 2300 empresas en ocho aglomerados urbanos del país. Se considera representativa del total del empleo registrado en empresas privadas de más de diez trabajadores de todos los sectores de actividad, excluyendo el sector primario. De allí surge que en agosto el volumen de despidos no sólo no crece sino que incluso es inferior al número relevado en el mismo mes de los siete años anteriores. La tasa de despidos el mes pasado fue de 0,6, contra 0,9 de 2013 y valores de entre 0,7 y 0,9 en años anteriores. Recién en 2006 la tasa de despidos fue más baja para el mes de agosto, con 0,4.