Domingo, 30 de agosto de 2015 | Hoy
ECONOMíA › CRISTIAN GIRARD, TITULAR DE LA CNV, SOBRE LA TENSION FINANCIERA INTERNACIONAL
En una entrevista exclusiva, el presidente de la Comisión Nacional de Valores sostuvo que hoy el mercado financiero local está más cerca de la economía real. Señaló que el desendeudamiento evitó que los actuales vaivenes globales nos afecten.
Por Cristian Carrillo
“Hoy el mercado financiero argentino está mucho más cerca de la economía real”, sostiene Cristian Girard, presidente de la Comisión Nacional de Valores (CNV). En su primera entrevista a un medio gráfico, el funcionario explicó a este diario que ese acercamiento es resultado de las políticas orientadas a aplicar la liquidez del sistema a fines productivos. “Y sobre todo, porque hay una política deliberada de apuntalamiento de la demanda agregada que abre los espacios de rentabilidad productiva para que haya demanda de crédito”, señala. Girard se hizo cargo de la CNV luego de que el ex titular del organismo, Alejandro Vanoli, fuera designado al frente del Banco Central. El funcionario explica los alcances y los motivos de las modificaciones al régimen de acceso al mercado de las pequeñas y medianas empresas y deja en claro que “la especulación es inherente a la actividad financiera”, pero aclara que el límite es que se desacople de la economía real. Respecto de la situación global y su impacto en el mercado local, sostiene que no existe riesgo de contagio debido a que el sector publico y privado están actualmente desendeudados. También rechaza la idea de que los títulos públicos estén baratos. Por el contrario, advierte una demanda sostenida.
–¿Cómo es el trabajo del organismo en los actuales momentos de fuerte especulación financiera?
–El sentido común asocia la especulación en sí como algo negativo, que es improductivo. En las economías de mercado el sistema económico genera permanentemente liquidez excedente y el dinero que circula en la economía tiende a acumularse en determinados polos. Siempre hay alguien que tiene una necesidad financiera y quien tiene los fondos pero no encuentra donde aplicarlos. Eso se resuelve por la tasa de interés y esa compra de la liquidez se termina instrumentando con un activo financiero. Esa tasa de interés también termina siendo el resultado de la especulación, de lo que piensan los que operan con esos activos, de lo que va a ser la tasa en el futuros.
–¿Pero hay factores negativos a regular en esa especulación?
–Lo que sí es algo malo para el sistema económico es que los que se dediquen a administrar ese exceso de liquidez en los mercados se conciban separados del proceso productivo y crean que las finanzas son autónomas. Cuando empiezan a especular sobre la propia especulación es cuando comienzan esas dinámicas propias de burbujas especulativas que terminan en crisis que se trasladan a la economía real. Pero la especulación en sí no es algo malo.
–¿Cómo es esa dinámica en la Argentina?
–Creo que el nivel está razonablemente orientado a las necesidades de financiamiento productivo. No estamos en un proceso de autonomización de las finanzas. Hoy se está mucho más cerca de la economía real. Eso es porque hubo un montón de políticas económicas que fueron orientando la aplicación de la liquidez a fines productivos y, sobre todo, porque hay una política deliberada de apuntalamiento de la demanda agregada que abre los espacios de rentabilidad productiva para que haya una demanda de crédito que genera su propia oferta de crédito. No hay riesgo de crisis especulativas en el país, lo que se ven son tensiones de precios que se van acomodando con los arbitrajes.
–Algunos economistas del arco opositor sostienen que los títulos públicos todavía están baratos porque se aguarda una resolución de litigio con los fondos buitre. ¿Cuál es su opinión?
–Lo que estamos viendo es que hay un nivel de demanda estable y persistente y se ha recuperado los volúmenes de operatoria del año pasado. Está en niveles razonables y no hay un castigo a los títulos públicos por el tema con los buitres. Por ejemplo, el Boden 2015 está cotizando en 103 dólares por cada lámina de 100, lo que quiere decir es que el mercado está confiado en que se va a pagar. Esta situación tiene que ver más con que el Estado se de- sendeudó fuertemente y se fortalecieron las finanzas públicas, con lo que tener un título del Estado argentino se torna más atractivo y seguro.
–¿Hay riesgo de contagio de las tensiones financieras en China y Europa?
–La plaza local está desacoplada de los vaivenes internacionales debido a un sector público y privado muy desendeudado, con lo que no hay riesgo de sobreexposición. Estamos desacoplados también del efecto de los capitales golondrinas, y eso tiene que ver con la decisión en 2005 de encajar el ingreso de capitales especulativos. Es parte también de la administración de las reservas.
–Hubo este año sanciones de la CNV a ex sociedades de Bolsa por unos diez millones de pesos.
–La nueva ley y el nuevo marco normativo generó un cambio radical en la forma en la que se estructura el mercado y puso exigencias que antes no estaban y una institución de control que antes no lo ejercía. Las ex sociedades de Bolsa antes tenían que cumplir con las leyes de los mercados, quienes además los auditaban. Este año empezamos a hacer ejercicio de esa situación, pero subestimaron la capacidad del Estado para hacerlo.
–Entonces, ¿sólo fue por temas de instrumentación?
–Hay una dificultad que requiere el esfuerzo de dar cumplimiento a las normas y a la ley. Pero, si en lugar de hacer el esfuerzo siguen pensando que el Estado no va a cumplir su rol de regulador y cuando aparece no cumplen y se quejan, estamos tergiversando la realidad. La CNV está ejerciendo las obligaciones que establece la nueva ley del mercado que aprobó el Congreso.
–¿Podría haber cambios en la operatoria del contado con liquidación para frenar la fuga de capitales?
–No hay y nunca hubo una intención de prohibir el contado con liquidación. Hubo un caso en el BCRA en el que un banco (BBVA Francés), haciendo un uso de un modo de operatoria con transferencia de títulos, evadía el Mercado Unico y Libre de Cambios. En lugar de pasar por el Central, lo hacía con el dólarcable, que no es lo que pasa ahora. Hoy no se opera esa modalidad, porque rige el plazo de 72 horas hábiles. Por eso, cuando se decía que se quería, a partir de ese caso, prohibir el contado con liquidación, era una falacia. Aun si la Corte hubiese tomado el caso, sólo se hubiese expedido sobre lo que sucedía en ese momento, que no es como funciona ahora.
–Esta semana se reunió con los responsables del sistema financiero. ¿Cómo fue el intercambio?
–Estuvieron los representantes de todos los mercados operativos y las bolsas de comercio asociadas a esos mercados. Fue una reunión de trabajo sobre las medidas que anunciamos para las pequeñas y medianas empresas. El mercado lo que quiere es ganar dinero y lo que hicimos con las medidas fue abrir canales para que eso ocurra. Nos hicieron saber que las medidas están bien orientadas y se comprometieron a ayudarnos en su implementación.
–¿Cuál fue el diagnóstico que lo llevó a la aplicación de las medidas?
–Lo primero que identificamos es que el segmento pyme en el mercado de capitales está desatendido por tramos. Básicamente, hay un bache en cuanto a tasa y plazo, en el tramo que va de uno a tres años. A menos de un año está atendido por los Cheques de Pago Diferido, pero con tasas de hasta 27 por ciento anual, y por más de tres años por las Obligaciones Negociables, con tasas de más de 30 por ciento. El objetivo fue entonces atender ese segmento y acomodar la curva de tasas del mercado en sintonía con el resto del sistema financiero.
–¿Había una demanda del sector pyme?
–El financiamiento pyme es un porcentaje muy reducido del financiamiento al sector privado, que a su vez es bastante menor que el que se destina a títulos públicos. El 15 por ciento del nuevo financiamiento en el mercado de valores es con títulos privados contra el 85 por ciento que concentran los títulos públicos. Del 15 por ciento privado, el 8 por ciento fue a pymes. En el primer semestre del año hubo nuevo financiamiento por 4000 millones de pesos.
–¿Por qué una pyme iría a la Bolsa en vez de ir a un banco?
–Eso fue parte también de nuestro diagnóstico: la dificultad regulatoria de información que hay que brindar y los procedimientos a cumplir para ingresar al régimen de la oferta pública. En las modificaciones al régimen lo que hicimos, entre otras cosas, fue relajar algunos requisitos para la pymes, porque lo que encontramos es que le pedíamos casi lo mismo que a las empresas grandes. El objetivo es incentivar a que las pymes vengan al mercado de capitales. En un banco puede conseguir la Línea Crédito a la Inversión Productiva, a tres años y tasa subsidiada. Pero para plazos mayores le conviene por tasa ir a una ON y para préstamos más cortos el Cheque de Pago Diferido, que aún hoy es más barato que un giro al descubierto del banco.
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