“Las inversiones para mejorar el sistema eléctrico no se han hecho y no se pueden hacer en días a partir del 10 de diciembre, pero vamos a empezar un camino. Sólo podemos tratar de atender cualquier tipo de emergencia que tengamos de la manera más eficiente”, aseguró ayer el futuro ministro de Energía, Juan José Aranguren, quien no descartó que vaya a haber cortes durante el verano. Según estimaciones de la Fundación Pensar, el think tank macrista, las interrupciones en el servicio podrían producirse si la temperatura alcanza o supera los 33 grados.

“Tenemos que mejorar la calidad del servicio eléctrico, el que paga la tarifa tiene que hacerlo sabiendo que va a tener un servicio que no se interrumpe”, definió Aranguren en declaraciones radiales. Desde el macrismo insisten en que el sector está en crisis y en que hay que tomar medidas urgentes: subir las tarifas y facilitar así el ingreso de inversiones externas, dado que, según su visión, el Estado ya no puede sostener a las compañías.

Lo que todavía no está definido es cuándo aplicarán los ajustes. Una posibilidad es comenzar con los aumentos en diciembre, pero hay quienes dudan, justamente por los cortes de luz que podrían producirse cuando comiencen los días de mayor calor. Dentro del macrismo hay quienes creen que no sería lo mejor subir la luz en medio de los cortes que podrían venir. De este modo, cuando todavía no asumieron, los funcionarios macristas empiezan a enfrentar muchas de las disyuntivas que se le presentaron al kirchnerismo cuando había decidido comenzar con el recorte parcial de subsidios. Lo que suele ocurrir es que nunca suele haber un momento propicio para aplicar medidas que generan malestar social.