La recaudación impositiva de agosto se ubicó en 165.763 millones de pesos, con una suba del 25,1 por ciento respecto del mismo mes del año pasado, según informó ayer la AFIP. En los primeros ocho meses de 2016, la tributación sumó 1.276.825 millones de pesos, al incrementarse 27,7 por ciento interanual. Los impuestos embolsados por el Estado marcaron el mes pasado una caída real de más de 20 puntos porcentuales, tomando en cuenta la inflación estimada por el centro estadístico de la Ciudad de Buenos Aires, del 47 por ciento en los últimos 12 meses. La debilidad de la recaudación repercute en el resultado fiscal, que viene mostrando un aumento del déficit respecto de los niveles de 2015 a pesar de la paralización de la obra pública y el ajuste del gasto.

La floja performance impositiva se debe a la contracción del mercado interno, con importantes caídas de ventas y producción, y a la rebaja de retenciones al campo, la industria y la minería. Los ingresos en concepto de seguridad social también mostraron pérdidas respecto de la suba de los precios por el alza del desempleo en los últimos meses, que al cierre del primer semestre se ubicó en casi dos dígitos, y paritarias que se negociaron en promedio unos 10 puntos porcentuales por debajo de la inflación.

La recaudación de IVA DGI, que permite observar el movimiento de las ventas en el mercado doméstico, anotó 34.807 millones de pesos en agosto, con un incremento del 22,3 por ciento respecto del mismo mes del año pasado. La facturación de las empresas marcó fuertes tensiones en los últimos meses por la baja de las compras. La rentabilidad de pequeñas y medianas empresas fue la más afectada, puesto que no sólo perdieron demanda sino que tuvieron un impacto en la estructura de costos que no lograron trasladar a los precios. Una de las ramas más afectadas fue la construcción, en la que se anotaron 71 mil despidos de trabajadores registrados.

En lo que refiere al IVA DGA, que se vincula con el ingreso de importaciones, se recaudaron 16.379 millones de pesos, 47,7 por ciento más que en agosto de 2015. Esto muestra que, pese a la caída del consumo en el mercado interno, hay un proceso de sustitución de mercadería local por productos importados. El resultado global del IVA registró un aumento del 29,6 por ciento interanual, con 50.845 millones de pesos.

Los ingresos a través de aportes personales a la seguridad social sumaron 17.346 millones de pesos, con un avance del 29,5 por ciento, mientras que las contribuciones empresarias se ubicaron en 25.879 millones, al subir un 34,9 por ciento. En ambos casos, esta recaudación también se movió a un ritmo muy inferior respecto de la inflación (del 47 por ciento interanual), lo que tendrá impacto en el cálculo de aumento de jubilaciones y asignaciones familiares el año que viene, que utiliza este insumo en la fórmula de la movilidad.

Además de los impuestos asociados a la actividad económica y el empleo, se anotó una perdida de recursos notable en derechos de exportación, tras las reformas del Gobierno en las que redujo las retenciones a grupos concentrados. El arancel sobre las ventas al exterior anotó 4454 millones de pesos, para retroceder 32,4 por ciento interanual. En contraste, el impuesto sobre las importaciones ascendió a 5084 millones de pesos, con un incremento de 64,8 por ciento.

En cuanto a la recaudación por Ganancias, se computaron 34.679 millones de pesos, con un alza de apenas 7,3 por ciento. Este fue uno de los tributos que mayor desaceleración tuvo en 2016 tras los cambios en el impuesto a las Ganancias a la cuarta categoría y el achicamiento de la rentabilidad empresaria. Los débitos y créditos en cuenta corriente, un concepto que se conoce como impuesto al cheque, recaudaron 10.798 millones de pesos, al aumentar 31,9 por ciento, casi 15 puntos menos que la inflación.