El nuevo ciclo de endeudamiento externo no tiene respiro. Durante agosto, un mes en el que se registra una merma en las colocaciones en Estados Unidos por las vacaciones de verano, el Estado Nacional y las provincias colocaron deuda en dólares por un total de 1847 millones de dólares. De acuerdo al relevamiento realizado por el Observatorio de Deuda de la Fundación Germán Abdala, las emisiones públicas realizadas en los primeros ocho meses del año alcanzaron los 38.159 millones de dólares. La dinámica promovida desde el Ministerio de Hacienda y Finanzas marca el quiebre definitivo con el proceso de desendeudamiento. Aun en un escenario de crisis global, las condiciones de acceso al mercado financiero internacional “mejoraron”. Nación, provincias y empresas pagan algo menos de tasa de interés. Sin embargo, esos recursos no fueron destinados a mejorar infraestructura ni desarrollar nuevos productos sino que tienen como destino el pago de gastos corrientes, alimentar la fuga de capitales y financiar el déficit comercial.

La mayor parte de las colocaciones durante agosto, un total de 1547 millones de dólares, correspondieron a Letras de corto plazo por parte del Tesoro Nacional. Como desde el sector privado no se realizaron operaciones, el resto corresponde a las jurisdicciones subnacionales. Chaco y Salta lanzaron emisiones por 250 y 50 millones de dólares, respectivamente. En el caso de Salta, particularmente, reabrió la suscripción de su bono a 2024 (título lanzado originalmente en julio), y consiguió mejorar la tasa. Ambas provincias emitieron a 8 años, a tasas del 9,50 y 7,175 por ciento. Como parte de su estrategia para mantener a raya la expansión del gasto público, el Ministerio de Hacienda y Finanzas retacea las reducidas partidas de fondos por coparticipación para las provincias y les propone que recurran al endeudamiento externo para financiarse, alimentando una crisis de solvencia a mediano plazo. Esas necesidades de fondos se ven agudizadas por la fuerte contracción en la obra pública.

El Gobierno lanzó durante agosto la ampliación del Bono ajustado por CER a 2021. Desde la Fundación Germán Abdala indicaron que “la demanda de este título se mostró más bien acotada, influenciada principalmente por el fallo de la Corte Suprema sobre las tarifas de gas y el impacto negativo que esta decisión tiene sobre el índice en cuestión”. De esta forma, se recibieron sólo 66 órdenes de compra (vs. las 325 recibidas en la anterior emisión), y se adjudicó un monto de 6766 millones de pesos, de los cuales 2140 millones corresponden a una colocación directa al Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) de la Anses.