La relación entre Felisa Miceli y Guillermo Moreno atraviesa un momento complicado. Fue distante desde el primer momento, pero en las últimas horas las exportaciones de carne se convirtieron en la excusa para profundizar su pelea. A pesar de las promesas de la ministra, la salida de contenedores repletos de carne rumbo a Europa viene demorada y en el entorno de Miceli culpan a Moreno de esa situación. Sospechan de una zancadilla del secretario para desdibujar la imagen de la ministra.

Los empresarios de la carne fueron testigos de la desconexión entre ambos funcionarios. Lo mismo ocurre con funcionarios con acceso a ambos despachos. Algunos que dialogaron con Miceli en los últimos días comentaron a este diario que la ministra les aseguró que el propio presidente Kirchner dio las indicaciones para acelerar el embarque de los contenedores demorados. Pero lo cierto es que después de una primera tanda con 710 toneladas todo se trabó.

Cerca de Miceli aseguraron que existen barcos suficientes para cumplir con los envíos. Calculan que en el puerto todavía quedan varadas entre 2000 y 2400 toneladas de carne. Se trata de cortes de primerísima calidad pertenecientes a la Cuota Hilton, que en teoría quedaron excluidos de la suspensión de exportaciones.

Ayer fue una jornada de intensas comunicaciones entre los frigoríficos involucrados en esas ventas. Algunos recibieron la promesa de Economía de que la próxima semana se liberarán a razón de 100 toneladas diarias. Pero los empresarios dudan: ayer mismo, la Aduana habría impedido la salida de carne de la Cuota Hilton ni siquiera mandándola por vía aérea.

“Moreno tiene un serrucho enorme”, comentó a Página/12 un colaborador de Miceli, en referencia a la supuesta voluntad del secretario de Coordinación de ascender en el escalafón del Ministerio. En un clima interno de desconfianza y paranoia, ese mismo funcionario señaló que varios en el equipo tienen la íntima sospecha de que Julio De Vido está jugando a favor de Moreno.

El envío de la Cuota Hilton entró en la cuenta regresiva. La fecha tope para que la carne entre a Europa es el 30 de junio, por lo que, teniendo en cuenta que el viaje en barco dura unos 25 días, los embarques deberían completarse durante la primera semana del próximo mes. Lo que no llegó a Europa hasta ese momento ya no tendrá chance de hacerlo. De todas formas, en Economía aseguran que, en caso de que no termine de enviarse toda la carne, ese incumplimiento no obstruiría el normal reparto de la próxima cuota por otras 28 mil toneladas.

El tironeo político en torno de la carne tiene otro capítulo referido al tema precios. Es paradójico que las peleas internas recrudezcan justo cuando pareciera que el Gobierno está a punto de ganar la pulseada: las cadenas de supermercados están cumpliendo con los precios de referencia de las distintas categorías, aunque en algunos casos debieron escuchar las quejas de que venden novillo por ternera. La batalla final se da en las carnicerías, aunque la mayoría ya está cumpliendo con los acuerdos firmados.