Más allá de las desigualdades sociales, la Argentina figura al tope del ranking de los países de América del Sur con mayor bienestar. Así lo determinó un estudio del Banco Mundial y la Cepal realizado en 2005 y divulgado ayer. El consumo per cápita en términos reales es aquí un 61 por ciento mayor al promedio de la región. Detrás quedaron Chile y Uruguay, con niveles de consumo 48 y 43 puntos superiores a la media, respectivamente. En la otra punta, Paraguay y Bolivia registraron 69 y 52 por ciento menos que el promedio.

La recuperación económica experimentada a partir de mediados de 2002 le permitió a Argentina escalar en el ranking. La devaluación no afectó el poder de compra de la sociedad en su conjunto –aunque en su interior hubo ganadores y perdedores–, sino que la capacidad de consumo aumentó. Estos resultados surgen del Programa de Comparación Internacional (PCI) del BM y la Cepal, destinado a medir las paridades del poder adquisitivo, los niveles de precios y el volumen del Producto Interno Bruto (PIB) en forma comparable entre diez países de América del Sur.

En cuanto a los niveles de precios, la investigación identificó a Chile, Brasil y Uruguay como los tres países más caros de la región, mientras que Bolivia y Paraguay son los más baratos. Respecto del precio de los productos de la canasta familiar, la carne vacuna es mucho más cara en Chile que en países productores como Argentina o Paraguay.

Argentina gasta más que sus vecinos en la mayoría de los bienes del hogar, mientras que Uruguay lidera el gasto en transporte, con un 46,6 por ciento más que la media regional. En cuanto a los servicios, la telefonía resulta más barata en Argentina y Paraguay, pero relativamente más cara en Chile y Brasil. También, los libros y diarios son más accesibles en Argentina pero más caros en Chile, Brasil y Venezuela, mientras que los electrodomésticos tienen un costo más alto en Brasil, pero más bajo en Chile, Colombia, Uruguay y Venezuela.

El estudio también tuvo en cuenta el costo de la comida en los restaurantes, que resultaron más caros en Argentina, Chile y Uruguay –los tres países con el mayor consumo per cápita de la región– que en Brasil, Bolivia, Paraguay y Colombia. Las comidas fuera del hogar duplican aquí en lo que va del año el nivel de la inflación: mientras el IPC subió 5,5 puntos, los restaurantes se encarecieron 11,8 puntos.