ROBERTO FRENKEL *.
“Es sustentable”

“En la Argentina tuvimos una experiencia de inflación reprimida en 1974-1975. Había precios máximos y penalidades por su transgresión. El síntoma que demostraba que había inflación reprimida era la escasez de productos y la existencia de un mercado negro, adonde se podían conseguir esos bienes al doble de precio. Se llegó a una situación patética a mediados de 1975, y entonces se produjo la explosión del Rodrigazo. Hoy estamos a años luz de esa realidad, empezando porque no tenemos precios máximos, sino acuerdos con las empresas. Si las empresas estuviesen perdiendo plata, los productos no estarían en las góndolas. El Gobierno aplica una política de coordinación de precios y salarios para bajar las expectativas inflacionarias, que está dando resultados. En un contexto de fuerte crecimiento de la economía, se estaba recalentando la puja distributiva. El Estado intervino para ordenarla y evitar abusos. Estados Unidos hizo lo mismo en los ’60, lo hizo España, lo hace Francia. La situación es sustentable, no hay inflación reprimida y la política de acuerdos puede continuar.”
* Economista de Cedes.

JAVIER GONZALEZ FRAGA *.
“Son compulsivos”

“Los acuerdos de precios fueron efectivos porque frenaron las expectativas inflacionarias. A fin de año se creía que terminábamos 2006 con 20 puntos de inflación. El problema es que en muchos sectores estamos pasando de acuerdos de precios a controles compulsivos. Si una empresa tiene que informar sus costos para conseguir que le autoricen un ajuste, se desalienta su inversión. Los acuerdos me gustan, los controles no. Hay inflación demorada. El precio de la carne está artificialmente bajo por la prohibición de exportaciones, los lácteos sufren una injusta retención a las exportaciones que no se condice con la rentabilidad del sector, hay tarifas de servicios públicos que no aumentaron. Por otra parte, creo que Argentina no debe aspirar a una inflación muy baja. Somos de los tres países con menos inflación después de una maxidevaluación. Rusia, México, Brasil, Ecuador e Indonesia tuvieron mucha más inflación que nosotros después de sus devaluaciones. Hay muchos precios que todavía no se terminaron de acomodar y hay que atravesar ese proceso.”
* Economista.

JAVIER ALVAREDO *.
“No veo daños”

“Los acuerdos de precios están dando resultados y todavía no se aprecian los potenciales daños que algunos dicen que esta política puede tener. Hay alguna señal anecdótica de subsidios cruzados que hacen las empresas entre productos con precios convenidos y otros que no están regulados. Por ejemplo, una empresa cobra más barato el precio unitario del pañal en un paquete de 16 que en uno de 24. Se supone que debería ser al revés, pero como el de 24 está bajo acuerdo y el de 16 no, aprovecha con el que puede. Estos comportamientos son algo muy marginal, que no se extenderán por mucho tiempo. El punto a destacar es que el Gobierno tiene al alcance de la mano el objetivo de una inflación de un dígito para este año, cuando pocos lo creían posible a fines de 2005. Adonde veo una distorsión es en el precio de los servicios públicos regulados, como transporte, gas y electricidad. El Gobierno subsidia por igual a todos los ciudadanos, cuando podría orientar su apoyo a los sectores más necesitados y cobrarle al resto tarifas que pueden pagar.”
* Economista de MVA Macroeconomía.

DANIEL ARTANA *.
“Hay deterioro”

“Hay inflación reprimida. A medida que pasa el tiempo el daño es mayor, porque se deteriora la calidad de los productos y se afectan los planes de inversión. Aunque los acuerdos de precios son prácticamente controles para una gran cantidad de productos, y a pesar de que las tarifas de los servicios públicos están pisadas, la inflación es demasiado alta. Es cierto que las expectativas eran mayores. El problema con los controles de precios es que es fácil entrar pero difícil salir. Mientras más se demora en sacarlos, más tensiones se van acumulando. Es una política de patas cortas. Llega un momento en que uno se choca con la realidad y hay cosas que no puede controlar. Es lo que ocurre con los alquileres. Lo importante frente al problema de la inflación es tener una política fiscal y monetaria consistente. El Banco Central está dando buenas señales, pero la política fiscal es demasiado expansiva. De todos modos, no hay inconsistencias groseras como en el ’75. Hay que descartar explosiones como las que tuvimos entonces porque la situación macroeconómica es sólida.”
* Economista jefe de FIEL.