Las principales objeciones manifestadas por la oposición en relación con el Presupuesto 2011 del Ministerio de Planificación tienen que ver con el pedido de autorización para emitir avales del Tesoro para respaldar la solicitud de créditos con fines específicos y para emitir bonos de deuda pública, también con el detalle de las obras a la que van a ser destinados los fondos. Durante la década del noventa, los pedidos de emisión de deuda fueron aprobados año tras año sin que se especificara el destino de los fondos. Como los gobiernos de Carlos Menem y Fernando de la Rúa tuvieron gestiones con déficit primario, la mayor parte de los préstamos se destinaron a gastos corrientes.

La política de desendeudamiento ejecutada desde 2004 en adelante derivó en una escasa emisión de deuda. Cada emisión fue aprobada en el Congreso, año tras año, con el destino específico de las partidas. Este año, con mayoría opositora en ambas cámaras, el procedimiento está siendo objetado. El otro ítem cuestionado es la emisión de avales del Tesoro sobre créditos para obras que serán canceladas con los recursos generados por su propia operación. Es el caso de las usinas eléctricas y las autopistas. Estos avales se vienen emitiendo desde 2004 y nunca tuvieron que utilizarse los fondos asignados, porque los créditos fueron pagados con el flujo de fondos autogenerado.