El proyecto de ley que regula la actividad de la medicina prepaga podría ser tratado en la última sesión del año en la Cámara de Senadores. La iniciativa ya cuenta con media sanción de Diputados y estipula que las compañías de salud deberán incluir en sus planes a personas con enfermedades preexistentes. Por otro lado, fija la prohibición de aumentos de las cuotas para los jubilados. Estos son dos de los puntos más resistidos por las empresas y algunos senadores. Esta semana hubo una reunión de la Comisión de Salud, presidida por el radical José Cano, donde los distintos bloques manifestaron su voluntad de llevar al recinto, con o sin dictamen, la media sanción. “El Congreso debe garantizar los derechos de los más de cuatro millones de usuarios de la medicina privada. Por eso se hace imprescindible un marco regulatorio de las relaciones entre usuarios y empresas”, manifestó Cano. Si el proyecto no es tratado antes de fin de año, perderá estado parlamentario. La dilación en su análisis estuvo directamente relacionada con el lobby de las prepagas.