Viernes, 30 de enero de 2009 | Hoy
EL MUNDO › EL ENVIADO DE OBAMA SE REUNIO CON ABBAS EN RAMALA MIENTRAS ISRAEL ATACABA GAZA
Mientras George Mitchell arrancaba su primera gira por la región, al menos 18 palestinos resultaron heridos ayer, entre ellos 11 niños, cuando bombas israelíes cayeron en el sur de la Franja. Hamas también atacó con cohetes Kassam.
En medio de una escalada bélica en la Franja, el enviado de Obama, George Mitchell, se reunió en Ramalá con Mahmud Abbas para discutir la forma de reanudar el plan de paz en la región. La cita tuvo lugar en los cuarteles generales de la Autoridad Palestina (AP), en Cisjordania. “Estados Unidos trabaja en pos de una paz duradera en Medio Oriente. Estamos absolutamente comprometidos con la creación de un Estado palestino independiente que coexista en paz y seguridad con Israel”, declaró Mitchell al término del encuentro.
Mientras el enviado de Obama arrancaba su primera gira por la región, al menos 18 palestinos resultaron heridos ayer, entre ellos 11 niños, cuando bombas israelíes cayeron en el sur de la Franja. La aviación israelí atacó ayer de madrugada la ciudad de Khan Yunis, en la zona de los túneles usados para el contrabando entre el sur de la Franja de Gaza y Egipto. El ejército explicó que ese ataque estuvo dirigido contra un miliciano implicado en el ataque que el martes mató a un soldado israelí en las inmediaciones del territorio palestino. Además, voceros del ejército israelí manifestaron que el bombardeo fue en respuesta al lanzamiento de proyectiles hacia el sur de su territorio. “Israel reaccionará a la reanudación de los disparos de cohetes. No dejaremos ninguna agresión sin respuesta”, advirtió el viceministro de Defensa, Matan Vilnai.
Fuentes palestinas dijeron lo contrario. “El ataque de cohetes fue una respuesta a la violación diaria del alto el fuego por parte de Israel”, precisó un miliciano de las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa, brazo armado del partido Al Fatah.
Mitchell intentó poner paños fríos a la situación. “Tenemos que consolidar un alto el fuego duradero en la Franja de Gaza. Ello es vital para cualquier iniciativa”, apuntó el diplomático estadounidense.
En su entrevista con Mitchell anteayer el primer ministro Ehud Olmert, se había mostrado dispuesto, entre otras cosas, a retirar hasta 60.000 colonos de Cisjordania en el marco de un relanzamiento del proceso de paz con los palestinos. Según fuentes citadas por el periódico israelí Yediot Aharonot, el premier había dicho que una anexión de grandes bloques de asentamientos en ese territorio, donde vive la mayoría de los colonos, podría tener como contrapartida ofrecer al futuro Estado palestino tierras situadas en el sur, en una proporción igual a los sectores de colonias que Israel se anexaría. En cuanto a Jerusalén, habló de división: los barrios árabes del sector oriental bajo control de Tel Aviv quedarían bajo control palestino y las zonas judías seguirían en poder de Israel, en tanto una autoridad internacional gobernaría los lugares santos judíos, cristianos y musulmanes. De acuerdo con diversos analistas, las declaraciones de Olmert tendrían una doble intención: por un lado, fortalecer las perspectivas de su partido, Kadima, a dos semanas de las elecciones, y, por el otro, darle un espaldarazo a Mahmud Abbas, frente a lo que muchos interpretan como un fortalecimiento de Hamas tras la ofensiva israelí.
Por otra, parte un vocero de Hamas exigió que su organización sea tenida en cuenta en futuras negociaciones. “Todos los esfuerzos políticos que no tengan en cuenta los derechos de nuestro pueblo y de la resistencia están condenados al fracaso”, advirtió Jaleed Mechaal, líder del movimiento islamista desde su exilio en Damasco.
Mientras tanto, en la sede del Foro Económico Mundial de Davos, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, también habló sobre la reanudación de los disparos de cohetes palestinos y las bombas israelíes. “Estos hechos demuestran que el alto al fuego es muy frágil. Tenemos que unir nuestros esfuerzos para hacerlo duradero”, pidió Ban, que había visitado Gaza poco después de que se declarase el alto el fuego. Según el diplomático, las necesidades de la población son inmensas. Por eso anunció que la ONU pedirá 613 millones de dólares para ayudar a los habitantes del enclave palestino. Los fondos se destinarán principalmente al restablecimiento del servicio de agua potable, la construcción de nuevos refugios y la compra tanto de insumos médicos como de materiales para la construcción de nuevas viviendas.
De acuerdo con el organismo multilateral, la ofensiva israelí dejó más de 1300 muertos y 5300 heridos, entre los cuales hay 1855 niños y 795 mujeres. Además fueron destruidas cerca de 21.000 casas, es decir el 13 por ciento de las viviendas de esta superpoblada región.
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