Sábado, 20 de agosto de 2011 | Hoy
EL MUNDO › SEIS CIVILES ISRAELíES HERIDOS, DOS NIñOS PALESTINOS Y TRES SOLDADOS EGIPCIOS MUERTOS
Los ataques de cohetes que hirieron a seis personas cuando uno aterrizó cerca de un colegio religioso fueron seguidos por ataques aéreos israelíes sobre Gaza durante la noche, que dejaron por lo menos ocho muertos.
Por Donald Macintyre *
Militantes de Gaza dispararon cohetes bien adentro del sur de Israel ayer, en la última ronda de violencia gatillada por un ataque bien planeado y coordinado que causó la mayor cantidad de muertos en Israel durante más de tres años. Los ataques de cohetes que hirieron a seis personas cuando uno cayó cerca de un colegio religioso fueron seguidos por ataques aéreos israelíes sobre Gaza durante la noche, que dejaron por lo menos ocho muertos más, incluyendo a un bebé de dos años y a un chico de 13 años que quedó enterrado entre los escombros de su hogar. Al mismo tiempo, y en relación con la misma espiral de violencia, tres militares egipcios murieron en la noche del jueves y un agente resultó herido por el ataque de un avión israelí que perseguía a dos presuntos terroristas en una zona fronteriza de la península del Sinaí.
El avión disparó contra dos infiltrados y alcanzó a dos soldados y un general que fallecieron en Taba, en el lado egipcio, dijeron las fuentes egipcias, que precisaron que la nave no cruzó la frontera que separa Israel y Egipto en el Mar Rojo. Tras el incidente en territorio egipcio, las autoridades israelíes señalaron que éste se debió a un error, mientras que el Consejo Superior de las Fuerzas Armadas de Egipto envió refuerzos para controlar las fronteras.
La ola de violencia en la zona, que se cobró hasta ahora las vidas de al menos 22 personas entre israelíes y palestinos, entró en su segunda jornada con una fuerza desconocida en los últimos meses. Los cielos de Gaza son sobrevolados en todo momento por aviones y helicópteros israelíes y el sur de Israel quedó nuevamente bajo una lluvia intermitente de cohetes, en un recordatorio de los oscuros días de la operación Plomo Fundido de 2009.
Mientras las familias de las víctimas de ambos lados lloraban a sus muertos, se llevaban a cabo los funerales de la mayoría de las ocho víctimas de la matanza del jueves de los militantes cerca del balneario de Eilat, en el Mar Rojo. Israel acusa al grupo de militantes de Gaza, los Comités Populares de Resistencia, y lo hace responsable del ataque cerca de Eilat, que comenzó cuando los hombres armados abrieron fuego contra un ómnibus lleno de soldados y civiles.
Fuentes médicas citadas por la agencia Wafa dijeron que otras veinte personas, sobre todo mujeres y niños, resultaron heridas por los cohetes disparados en los bombardeos de Israel en represalia por los atentados del jueves. Según otros testimonios, el cohete fue lanzado contra la vivienda de un jefe local del movimiento islamista Hamas y causó un incendio que se propagó con rapidez a las viviendas vecinas. Otros bombardeos se registraron en el barrio Zeiténn de Gaza capital, en las localidades de Beit Lajie, Beit Hanoun y Janyunes, así como en los túneles de contrabando de la fronteriza Rafah, donde hay un operario desaparecido.
Algunas zonas de la Franja quedaron desconectadas ayer del suministro eléctrico debido a la explosión de una bomba israelí junto a una estación eléctrica cerca del campo de refugiados de Nuseirat. Voceros militares confirmaron los ataques contra “blancos terroristas” en la Franja en respuesta a los atentados del jueves, “de acuerdo con la política del gobierno” del primer ministro, Benjamin Netanyahu, de “cobrar un precio” a quienes “derraman la sangre israelí”.
Israel atacó la vivienda en Rafah de un comandante de los Comités Populares de Resistencia (CPR), Abu Awad Nayrab, supuesto responsable de los atentados según este país, y mató a cinco de sus comandantes y al hijo de dos años de uno de ellos.
Desde Ramalá, el jefe de Relaciones Exteriores del partido Al Fatah habló de “crimen de guerra” y opinó que con la escalada, Netanyahu quiere “desviar la atención” de la crítica situación social y las protestas populares en su país.
En la cadena de represalias, el recrudecimiento de los bombardeos israelíes fue respondido por Hamas y otros grupos armados de la Franja con más de una docena de cohetes que alcanzaron la ciudad de Ashdod, unos 30 kilómetros al norte de la Franja. Otro proyectil, dirigido contra la ciudad de Ashkelon, fue interceptado por el nuevo sistema antimisiles de Israel conocido como Iron Dome (Cúpula de Hierro), informó el ejército israelí. Una decena de civiles que, tras escuchar una primera explosión, salieron de una sinagoga –y no de un seminario rabínico como se había informado en un principio– resultaron heridos, uno de ellos de gravedad.
El servicio de noticias por Internet Y-Net revela que el grupo de alerta del gobierno israelí formado por Netanyahu y siete destacados ministros coincidió el jueves en la necesidad “de reaccionar al atentado de Eilat, pero sin provocar una escalada”. Según Y-Net, Israel mantiene en las últimas horas contactos con Egipto y Estados Unidos para evitar un mayor deterioro de la situación.
Egipto se ha visto plenamente involucrado en la crisis porque el grupo de terroristas pasó por su territorio y se cree que algunos de los que sobrevivieron están aún en la zona fronteriza, donde se ha declarado el alerta máxima.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
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