En forma imprevista, Gustavo Lasi (24), el principal imputado en el doble crimen de las turistas francesas Houria Moumni (24) y Cassandre Bouvier (29), se presentó anoche a declarar ante el juez Martín Pérez y confesó que fue “el violador de la más joven de las víctimas”. Lasi, en su declaración indagatoria, aseguró que “no fue el asesino” de las dos mujeres y les adjudicó el doble crimen a sus coimputados Daniel Octavio Vilte (24) y Santos Clemente Vera (37). De esta forma, Lasi rompió el silencio que había mantenido durante dos intentos de indagatoria anteriores y ubicó finalmente a Vera y a Vilte en la escena del crimen. Cuando declararon ante el juez Pérez, tanto el albañil Vilte como el baqueano Vera negaron toda participación suya en el hecho que se investiga.

Además de indagar a Lasi, el magistrado concedió ayer la excarcelación a dos de los detenidos, el joven aspirante a policía Federico Cañizares y el baqueano Omar “Pajarito” Ramos, a quienes les dictó la falta de mérito. Durante dos horas, el imputado Lasi dio “su versión de los hechos”, según informó luego, en forma escueta, su abogado defensor, Horacio Morales. El letrado no confirmó ni desmintió que su defendido haya reconocido que violó a la joven Moumni. El dato fue aportado a Página/12 por un vocero de los tribunales salteños.

Ayer, la única novedad que se había conocido volvió a plantear dudas sobre si hubo una o dos armas en el hecho. Está determinado que Bouvier fue asesinada de un disparo en la cabeza con una carabina marca Bataan, calibre 22, que pertenece a la familia de Gustavo Lasi, cuyo ADN es compatible con el semen hallado en el cuerpo de Moumni, quien recibió dos impactos de bala, uno que entró por la espalda y le provocó la muerte, y otro que le produjo una herida superficial en un brazo.

En el lugar donde aparecieron los cuerpos, en el Mirador de la Quebrada de San Lorenzo, hallaron dos plomos abollados disparados por un revólver calibre 22 que estaba enterrado en la casa de otro de los detenidos del caso. A unos 30 a 50 metros se encontró, el viernes 12 de agosto, un cuarto plomo disparado por la carabina Bataan, según se confirmó ayer. Subsisten las dudas en cuanto a si las dos víctimas fueron asesinadas con la Bataan o si también se usó el revólver calibre 22. Las dudas se deben a que se sospecha que las dos balas del arma corta podrían haber sido “plantadas” por los autores del hecho para desviar la investigación.

En la causa, como se dijo, hay ahora seis detenidos, pero la lista podría ampliarse porque el martes serán indagados otros dos sospechosos del encubrimiento del doble crimen. El juez Martín Pérez –luego de disponer la nulidad de lo que ya habían declarado ante él como testigos– el martes les tomará indagatoria, como imputados, a Enrique Lasi, tío de Gustavo, y a Eduardo “El Chato” Sandoval.

Varios testimonios señalaron que la carabina Bataan usada para asesinar a Cassandre siguió un largo pasamanos: Gustavo Lasi se la entregó a su padre, Walter Lasi –también detenido–, éste se la dio a su hermano Enrique –será indagado el martes–, que se la transfirió a Omar Ramos, que ayer fue dejado en libertad, quien cerró el círculo dejándola en poder de El Chato Sandoval. La carabina fue escondida por Sandoval en un domicilio privado del country Buena Vista, en la Villa San Lorenzo, donde fue encontrada por la policía.

Ayer, una fuente policial aseguró que las dos turistas fueron asesinadas con la carabina Bataan. Sin embargo, un vocero judicial consultado por Página/12 aclaró que lo que figura en la causa es que el cuarto plomo hallado cerca del lugar del hecho fue objeto de una pericia que determinó que fue disparado con la carabina, pero eso “no significa que ya esté determinado que en el doble crimen se usó una sola arma”.